El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) prevé tener en un mes los análisis que determinarán la causa de muerte de los restos hallados el 20 de mayo en el Parque Nacional Corcovado, entre Golfito y Osa.
Las Policía Judicial presume que esos restos óseos pertenecen al estadounidense Cody Roman Dial, quien desapareció el 24 de julio de 2014 en esa zona.
La mañana de ayer, los padres de Cody dieron una conferencia de prensa junto a Wálter Espinoza, director del OIJ, para referirse al caso.
Roman Dial, padre del joven, agradeció la ayuda brindada por las autoridades en la búsqueda de su hijo. Desde personeros de la Cruz Roja hasta guardaparques, mencionó.
“Perder a un hijo puede ser lo peor que le puede pasar a uno. Preferiría haber muerto yo, antes de perder a mi hijo. Agradezco a todos los costarricenses”, dijo el estadounidense.
De acuerdo con Espinoza, en dos semanas estarán listas los exámenes de ADN que vendrán a confirmar que los restos pertenecen a Dial.
No obstante, todas las pruebas apuntan a que se trata de él, pues se encontró su pasaporte en la zona del hallazgo y sus padres reconocieron pertenencias como las tenis, brújula y equipo para acampar.
La Policía Judicial descarta que Dial murió asesinado por alguien que haya querido quitarle sus pertenencias, pues había dinero en un bulto que estaba cerca los restos.
Según Espinoza, se han manejado hipótesis de que indican una muerte accidental o un asesinato, pero eso lo determinarán una vez que concluyan los análisis forenses.
“Logramos resolver en principio un caso y trasladar paz a la familia Dial. Luego de recorrer un camino tortuoso se obtuvo un buen final para todos”, agregó el jerarca del Organismo.