En julio del 2014 el biólogo Cody Dial, llegó a Costa Rica impulsado por el espíritu aventurero que su padre le había inculcado. Se adentró en Corvocado, la selva que por dos años albergó sus restos sin que nadie supiera qué había ocurrido. Hoy un libro narra la historia de su búsqueda.
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El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) prevé tener en un mes los análisis que determinarán la causa de muerte de los restos hallados el 20 de mayo en el Parque Nacional Corcovado, en Golfito, Puntarenas.