¿Le ha pasado alguna vez –o le sucede– que se siente agotada, si energía, que su trabajo no la satisface, incluso que al despertar no siente motivación alguna por ir a trabajar? Usted podría tener el síndrome de burnout, un término que se deriva de las palabras en inglés burn y out y que se traduce como estar quemado, agotado.
Se caracteriza por agotamiento emocional, falta de interés y poca realización personal en el trabajo. Quienes se “queman” se vuelven cínicos, se aíslan y no son capaces de trabajar eficientemente y esto porque hay un desequilibrio entre las expectativas laborales personales y el trabajo en sí.
“Hay variables que facilitan el síndrome, por ejemplo: las personas perfeccionistas, responsables, altruistas, mujeres con hijos, hombres solteros, tener una mala remuneración salarial, el primer año de trabajo, o mucha antigüedad, jornadas laborales extensas, estrés relacionado con adaptarse a nuevas tecnologías, roles laborales ambiguos”, explica la psicóloga Sandra Ayales.
El síndrome de burnout tiene diferentes estadios, por lo que en algunas ocasiones se ha confundido con depresión.
Sin embargo, algunos investigadores hacen hincapié en que “burnout” y “depresión” no deben equipararse: mientras que el síndrome de burnout por lo general reviste un sólo campo (por ejemplo el trabajo), la depresión invade todos los aspectos de la vida, explica un comunicado de la Clínica Mayo.
Algunas señales para identificarlo son:
- Psicosomáticas: fatiga crónica, dolor de cabeza, dolores musculares, desórdenes gastrointestinales, trastornos en el sueño y alimentación.
- Conductuales: distanciamiento afectivo con los compañeros o clientes, consumo excesivo de alcohol, cigarros, fármacos, incapacidad para vivir en forma relajada, frecuentes conflictos interpersonales, conductas de riesgo.
- Emocionales: aburrimiento, irritabilidad, sentimientos de vacío, depresión, baja autoestima, pobre realización personal.
- Laborales: ausentismo, disminución de la capacidad de trabajar , interacción hostil, mala comunicación.
Para enfrentarlo, es necesario informarse y reconocer los síntomas, que fácilmente notan los compañeros de trabajo. Además, tomar en cuenta los siguientes consejos:
- Identifique los factores o situaciones que le producen estrés y simule un plan para enfrentarlos.
- Enfrente el trabajo de forma positiva, trate de identificar las cosas positivas
- No se sobrecargue de tareas.
- Delimite sus responsabilidades.
- Enfóquese en organizar su tiempo, puede programar tareas específicas por periodos cortos de tiempo y trazarse la meta de cumpliras en ese lapso.
- Asigne espacios a la semana para la recreación familiar o vida social.
- Tenga su agenda de descanso.
- Establezca fronteras entre el trabajo y su vida privada.
- Respete horario de alimentación y sueño.
- Diariamente tenga tiempo libre para usted, aunque sea media hora.
- Medite o haga relajación diez minutos diarios. Las técnicas de respiración ayudan mucho.
- Tome conciencia de sus emociones. Un registro diario que indique las horas en que se siente con mayor decaimiento, esto puede ser de gran ayuda para buscar alternativas para esos espacios y de ser necesario llevarlo a un médico.
- Aprenda a decir no a cosas innecesarias que le varíen sus prioridades.
- Establezca una red de apoyo emocional.
- Practique ejercicio, busque la disciplina que le haga sentir mejor.
- Recurra a atención psicológica preventiva.
- Utilice tratamiento farmacológico solo bajo supervisión médica.
- Busque el equilibrio en su vida.