Muy sospechosa resulta la forma como una agencia del Sistema Nacional de Radio Televisión (Sinart) viene concentrando millonarios contratos para manejar la publicidad y la organización de eventos de las instituciones públicas.
Por un lado, genera muchas dudas el hecho de que algunos de esos contratos se hayan gestado en un día, con estudios de mercado de una sola página o incluso contra el criterio técnico de especialistas.
También alimenta las suspicacias el que las entidades se vean obligadas a pagar una doble comisión por contratar a una agencia que, a su vez, debe subcontratar proveedores para brindar los servicios convenidos.
Lo anterior ocurre porque el Sinart no cuenta con equipos de sonido, chefs, catering service, mesas, manteles, maestros de ceremonia, ni experiencia en la organización de ese tipo de actividades.
El asunto suena chueco porque este modelo no solo provoca un incremento de los costos de las instituciones, sino que también crea una estructura paralela para controlar el robusto presupuesto de la propaganda estatal.
Hablamos de miles de millones de colones que, manejados sin la suficiente supervisión, podrían convertirse en un infame instrumento para premiar y castigar medios de comunicación conforme el criterio del administrador.
Al amigo, la mano; y al enemigo, con la mano... Así reza una lapidaria frase que se me viene a la mente, ante las polémicas decisiones que ha tomado uno de los clientes de la agencia de publicidad del Sinart.
Resulta que la administración superior del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) ordenó reducir la cantidad de pauta que Kölbi invierte en Teletica, canal 7, para colocarla en medios de menor alcance.
La decisión se giró a pesar de que expertos del propio ICE señalaron que la medida podría afectar a la marca Kölbi en un mercado competitivo y que se corre el riesgo de malgastar o perder el presupuesto publicitario.
Evidentemente, no se trata de una decisión técnica. Bien es sabido que Telenoticias, de canal 7, es uno de los medios que el presidente Rodrigo Chaves ha criticado por su periodismo independiente.
¿Correrán la misma suerte otros medios que han mantenido una cobertura crítica sobre esta administración? ¿Se verán beneficiados con más pauta aquellos que han tenido una postura afín al gobierno?
El Congreso, la Fiscalía y la Contraloría de la República deben ponerle mucha atención a esa agencia, porque no solo podría convertirse en una amenaza para la libertad de prensa, sino también en una piñata de fondos públicos.
El autor es jefe de información de La Nación.