Etiquetas víctor mora mesén

No importa cuán difícil sea regresar cuando se nos ha mandado al exilio, como los prisioneros liberados pero arrancados de su patria en estos días en Nicaragua.


Como los tres simios: se calla el discurso para que no surjan nuevos; se tapan los oídos para no escuchar otras consideraciones y los ojos para negar lo que tenemos delante.