Quito. Ecuador llevará a cabo la construcción de dos cárceles de máxima seguridad en la Amazonía y la costa Pacífica, siguiendo el modelo implementado por el presidente salvadoreño Nayib Bukele en su lucha contra las pandillas, según informó el presidente Daniel Noboa este jueves.
“Son cárceles destinadas a lograr una segmentación y un aislamiento adecuado de las personas”, expresó Noboa en una entrevista radial.
En diciembre, el mandatario anunció su intención de contratar a la misma empresa responsable de las prisiones en El Salvador durante la administración de Bukele.
“Son idénticas porque es la misma compañía, el mismo diseño utilizado para las cárceles en México y El Salvador. Para todos los seguidores de Bukele, es una cárcel exactamente igual”, indicó el presidente.
La colocación de la primera piedra para estas construcciones está programada para el 11 de enero, ubicándose en la provincia amazónica de Pastaza (este) y en la costera Santa Elena (suroeste).
Noboa destacó que estas provincias son áreas con menor influencia de los grupos narcoterroristas. El presidente asumió el cargo el pasado 23 de noviembre.
Guayaquil (suroeste) alberga una de las prisiones más violentas de Ecuador, afectada por la presencia de bandas criminales que disputan rutas para el tráfico de drogas.
“El peor lugar para ubicar una cárcel es cerca de donde residen los delincuentes”, subrayó Noboa.
El presidente advirtió sobre su plan de separar a los reclusos más peligrosos con el objetivo de frenar las masacres carcelarias que dejaron 460 presos muertos desde febrero de 2021.
En El Salvador, en febrero de 2023, una megacárcel construida en Tecoluca con capacidad para 40.000 personas comenzó a recibir reclusos, principalmente miembros de las pandillas violentas Mara Salvatrucha y Barrio 18.
El gobierno de Bukele suele compartir imágenes de reclusos hacinados y bajo estrictos controles, enfrentándose a críticas de posibles violaciones a los Derechos Humanos por parte de ONGs.
En los centros penitenciarios de Ecuador, el censo penitenciario de 2022 indica la presencia de 31.321 reclusos. Con el propósito de reducir la población carcelaria, Noboa expresó su intención de expulsar a aproximadamente 1.500 reclusos extranjeros, en su mayoría provenientes de Colombia, Perú y Venezuela.