Conferencia de prensa con el cantante mexicano de musica cristiana Jesus Adrian Romero en el Hotel San Jose Palacio. 10/5/12. (JORGE CASTILLO)
Jesús Adrián Romero quiere, en cuerpo, acción y verbo, ser uno con lo que predica. Y desde el sendero que lo ha empoderado, la palabra dicha o bien la palabra cantada, el mexicano de la música positiva, lo deja claro, siempre.
Podría importarle, por ejemplo, hacer gala de los varios premios Arpa que tiene en su carrera –casi una decena– o el par de Grammy Latinos, entre muchos otros.
Pero al hombre de Sumérgeme y El aire de tu casa prefiere, quizá como ejercicio de fortaleza espiritual, mantener su atención puesta en la gente.
“Los premios son importantes, pero nunca se comparan con el estar en un estadio cantando ante miles de personas que luego te escriben para contarte que la música que hacemos los llevó a cambiar. Eso es mucho más significativo que cualquier premio. Lo más importante es la gente”, declaró a
Romero, quien llegó a Costa Rica ayer para desatar esta noche un concierto en el Estadio Nacional, está consciente de que su música ha calado con subrayada importancia en la gente joven. Y eso, que no se lo borra de la mente, es un compromiso.
“Lo veo como una responsabilidad enorme. En los conciertos, un 70 por ciento de la gente que va son jóvenes. Así que estamos muy conscientes de la responsabilidad que tenemos, no solo yo, sino los músicos que me acompañan”, dijo.
Y aquella primera parte de su respuesta, trajo otra confesión. “Entonces, tratamos lo más que podamos de ser congruentes; que nuestro mensaje concuerde con nuestro estilo de vida. Tratamos de ser un ejemplo no solamente arriba de la plataforma (el escenario), sino también en nuestra conducta, en nuestro comportamiento para tener esa influencia positiva en las personas”.
Jesús Adrián Romero no se va a andar por las ramas. Sus cuatro discos de estudios, sus muchos álbumes en vivo, DVD’s, acústicos y compilados lo han colocado en la posición de figura pública. Mejor que hacerse el modesto, es enfrentarlo y Romero lo tiene claro.
“Vivimos en un mundo en el que los jóvenes están buscando patrones de conducta qué imitar o ídolos a quienes seguir y si se puede, hay que tratar de ser una influencia positiva”, aseguró.
Es con