Que el ámbito internacional se agite con cada alteración de las ventas de discos, podría significar poco en un mercado reducido como Costa Rica. Aquí, de todos modos, nunca ha sido fácil hacer dinero con la música. Por ello, los artistas nacionales tantean formatos de distribución que aspiran a vender y salir del mercado local.
“Las bandas no sobreviven de ventas, menos en un mercado tan pequeño como el nuestro. Estas plataformas te dan una exposición masiva en mercados y lugares donde, de otra forma, sería imposible llegar”, dice Jorge Guri, de Florian Droids.
El primer disco de la banda salió primero en Bandcamp . Casi un año después, llegó a iTunes y a un formato físico. Tres años después, la estrategia cambió: lanzaron el nuevo álbum simultáneamente en iTunes, Bandcamp, Spotify, Deezer y otros medios digitales. “Realmente, ninguno de nosotros sabe qué está pasando ni qué va a pasar con esto”, confiesa.
Para Roberto Montero (de Clap Clap Records ) será cada vez más fácil para el artista generar dinero con sitios como Bandcamp y Spotify. “Lo más esperanzador es ver el crecimiento de los servicios de streaming : vienen a ser ese punto medio entre ‘no tener que pagar por música’ y que los artistas no dejen de ganar. Cada vez que le doy play a una canción, el artista está ganando (centavos, pero está ganando)”, comentó en un mensaje por correo electrónico.
“Más allá de estar en las plataformas, hay que saber aprovecharlas y poder interactuar directamente con ellas. Nosotros contamos con un convenio en el que buscamos personalizar el proceso de uso de un agregador de contenidos. Tenemos la oportunidad de monitorear cercanamente el consumo de la música que subimos y podemos proponer colaboraciones con servicios de streaming o tiendas digitales con base en la interacción que logra un artista”, añade.
Para Montero, la posibilidad de aliarse con marcas comerciales no debe ser subestimada por artistas que deseen abrirse espacio en el movido mercado. ‘Hoy en día la distribución de la música va mucho más allá que poner un disco en la tienda de discos, hay que saber colocarla también a través de sincronización en publicidad, películas video juegos. El saber manejar la interacción con una marca de manera justa es también trascendental. Las marcas hoy en día son los grandes aliados que fueron en su momento las disqueras, sin embargo los artistas deben estar conscientes que la interacción correcta entre ellas y su música es la que determina el éxito de ese tipo de proyectos. Un paso mal dado y sos Bono disculpándote por haber regalado tu disco a millones de personas. La música es parte de nuestras vidas, acompaña y define momentos, pero no puede ser solo manejado como un commodity, al final también es un producto que se mercadea y hoy en día la generación de consumidores, son la primera generación en la historia que han crecido siendo "target" de marcas toda su vida. Son inmunes a la mayoría de tácticas publicitarias y básicamente no comen cuento’, considera.
Exploración. En el 2012, Autómata Records, dirigido por Tomás de Camino, intentó un sistema en el cual se vendía cada disco digitalmente en $2; en físico, existía una tarjeta con un código para descargarlo que vendían en ¢1.000. El productor considera que el acercamiento se debe a que el sencillo, de nuevo, prevalece ante el álbum. “La cuestión del álbum pierde sentido, a menos de que sea una decisión conceptual, un trabajo artístico que tenga una estructura completa”, dice.
Para el artista, tendría más sentido que un músico lance una canción por mes y que, al final, saque una compilación, por ejemplo. “En Costa Rica, no existe un soporte estatal, comercial ni cultural para poder desarrollar una escena musical sana como debería de existir ”, argumenta De Camino.
Según el productor, el tejido de “argollas” de la pequeña industria local sofoca algunas iniciativas que podrían dar luz sobre estos temas.
Enlaces con empresas son otra vía de difusión cada vez más común, como la plataforma Suena CR, de la telefónica Claro . Con un top 10 , noticias y música en estreno en su sitio, así como conciertos, promueve a artistas ticos seleccionados. Como la mayoría de música, se reproduce hoy en dispositivos móviles; la alianza es en beneficio mutuo.
Un servicio digital de origen tico es Leaf.fm , desarrollado en Reino Unido gracias a un fondo de desarrollo de start-ups . Dentro de la aplicación, habrá una tienda donde cada artista tendrá un espacio donde podrá poner a la venta cualquier artículo que desee vender a los fans.
“Eso es lo que una persona vería cuando entra. Detrás de eso, en lo que estamos trabajando es darles a los artistas los datos de cómo las personas están escuchando su música. La idea de esto es que los artistas tengan el control del contacto con las personas”, explica el cofundador, Daniel Salas. Si hay alguna idea del futuro de la música, está en la cercanía.
“ Cocofunka ha vendido un montón por Bandcamp , más de lo que se vendía en físico”, confiesa Javier Arce, cantante de la agrupación.
Las ganancias por streaming son bajas y el tico apenas se está atreviendo a comprar por Internet; empero, para Arce, es lo que sigue. “Prefiero que alguien pague ¢500 por un disco a que no pague”, dice.