Participantes de ‘El juego del calamar: El desafío’ demandan a la productora del ‘reality’ de Netflix

El programa El juego del calamar se erigió como una de las series más populares de los últimos años a nivel mundial. Mientras los seguidores aguardan con expectación el lanzamiento de la secuela de esta aclamada producción surcoreana, que relata las desventuras de un grupo de individuos inmersos en una competencia clandestina mortal, Netflix presentó El juego del calamar: El desafío.

El nuevo programa, concebido como una suerte de reality, busca emular el espíritu y las pruebas que caracterizan a la serie original. Sin embargo, este proyecto podría convertirse en una fuente considerable de preocupaciones para la plataforma de streaming.

Recientemente, trascendió que la firma británica Express Solicitors, especializada en representar a personas que sufrieron lesiones, interpuso una demanda contra la productora Studio Lambert en representación de dos concursantes del programa. Estos participantes buscan obtener compensación económica por las dificultades experimentadas durante la competencia.

Daniel Slade, director ejecutivo de la firma, manifestó en un comunicado dirigido a los medios: “Enviamos cartas de reclamo en nombre de los concursantes lesionados en este programa”, expresó Slade.

“Por lo que nos dijeron, la producción traspasó los límites de la seguridad en nombre del entretenimiento. Las productoras deben garantizar que los estándares de salud y seguridad en sus programas no dejen a las personas en riesgo de sufrir daños”, agregó.

Estas cartas representan el primer paso en una demanda que, según explicó Slade, se llevará a los tribunales una vez se recopilen pruebas adicionales. El comunicado deja en claro que están en contacto con otros concursantes que podrían sumarse a la demanda. Además, el director también revela que los participantes afirman haber sufrido lesiones como hipotermia y daño nervioso debido a los deficientes estándares de salud y seguridad en el set durante las grabaciones en enero.

En los últimos días, diversos medios británicos difundieron declaraciones de supuestos concursantes anónimos que compartieron sus experiencias al filmar la prueba “Luz roja, luz verde” del primer episodio. A pesar de que en el episodio la prueba parece durar solo cinco minutos, se explicó que la secuencia se filmó a lo largo de varias horas en condiciones invernales extremas, con temperaturas que llegaron a los -3° grados. “Era como una zona de guerra”, describió uno de los concursantes testigos. Además, señaló: “Los médicos sacaban a la gente, pero no podíamos decir nada. El que hablaba, quedaba fuera de competencia”.

Slade añadió en una declaración en el Reino Unido: “Los concursantes pensaron que fueron seleccionados para participar en un proyecto divertido; de ninguna manera imaginaron que iban a resultar heridos. Pero lo cierto es que sufrieron lesiones porque quedaron durante un largo tiempo atrapados en dolorosas posiciones de estrés en temperaturas frías”.

“Uno de nuestros clientes describe haber visto a otro de los concursantes desmayarse y luego gente gritando llamando a los médicos. Otro de nuestros representados se queja de haber sufrido hipotermia. Sus manos se le pusieron moradas por el frío. Estas lesiones pueden tener implicaciones para la salud muy graves a largo plazo. Además, les daban ropa no apta para el frío”, señaló.

Después de que se hicieran públicas las quejas de los participantes, la revista The Hollywood Reporter contactó al productor ejecutivo del programa, John Hay.

“El bienestar y la seguridad son obviamente primordiales para nosotros. Y tomamos las medidas adecuadas para cuidar de la gente. Las críticas se centran en las grabaciones de ‘Luz roja, luz verde’... Es verdad que fue un rodaje largo y complicado. Era un día frío y tomó bastante tiempo. Pero todos estaban preparados para ello y atendidos adecuadamente. Anticipamos y, de hecho, probamos todo vigorosamente de antemano y nos aseguramos de tomar todas las medidas adecuadas”, indicó Hay.

Otro de los productores ejecutivos, Stephen Lambert, añadió: “Estamos regalando el premio más grande en la historia de los concursos televisivos. No iba a ser un paseo por el parque ganar $4.56 millones. Aunque hubo momentos en los que fue bastante difícil, participar del programa fue mucho más agradable y mucho más fácil que otros programas de supervivencia que se realizaron, o de varios programas exitosos en los Estados Unidos y en el resto del mundo. En ese juego en particular, solo hubo quejas leves”.

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