La defensa de Jordy Campos Mendoza apeló la sentencia de 51 años y seis meses de cárcel, impuesta al hombre el pasado 23 de mayo por violar, asfixiar y decapitar a un niño de ocho años.
Así lo confirmaron la oficina de prensa de la Corte y el abogado de los padres del menor, Carlos Cartín Solís.
“La sentencia dictada contra Campos Mendoza fue apelada y actualmente el expediente se encuentra en el Tribunal de Apelación del II Circuito Judicial de San José", informó la Corte ante la consulta de este medio.
A Campos, actualmente de 24 años, se le acusó en mayo de una violación agravada, un homicidio calificado y una profanación de cadáver.
Por su parte, Cartín detalló que la defensa pidió una revaloración de una prueba, afirmando que en la casa en la que ocurrieron los hechos se encontró sangre de un tercero; también solicitó una fundamentación detallada de la pena, así como demostrar que la violación y el homicidio se dieron por separado y no al mismo tiempo.
La Nación intentó conocer la versión de Elmer Huertas, defensor del sentenciado, pero tras varias llamadas y un mensaje de WhatsApp que fue visto, no se obtuvo respuesta.
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Audiencia programada
Cartín explicó que prefiere que se haga una audiencia de apelación en la que estén presentes Yerica Mesén Castro y José Antonio Martínez Loría, padres del menor, quien tenía ocho años cuando ocurrieron los hechos.
“Esperamos que se confirme la sentencia en la audiencia programada para el próximo 31 de julio a las 10 a. m.”, afirmó el abogado.
El Tribunal Penal de Pococí afirmó en mayo anterior que las pruebas presentadas durante el debate condujeron a determinar que el sujeto, conocido como Pirucho, era el autor responsable de los hechos.
Agregó que la decisión de declarar culpable al sujeto se tomó por unanimidad, ya que no tenían duda de que Campos incurrió en los delitos que se le achacaron.
El día de la sentencia, poco antes de escuchar el veredicto de los jueces, la madre del niño explotó en contra de Campos y destacó que su hijo no merecía morir de esa manera.
“Lo odio (...), usted no merece el perdón de Dios ni de mi familia por todo el daño que nos ha causado. Mi hijo era lo más preciado que teníamos”, expresó la mujer, de 28 años, visiblemente afectada por la situación.
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El día de la tragedia
El día de la muerte, el niño pidió permiso a su papá para ir a jugar a una casa ubicada a dos puertas de la suya. Nunca regresó.
Dada la voz de alerta, los vecinos se unieron a la búsqueda, pero pasaron varias horas antes de que llegaran hasta la casa de Mendoza, alias Pirucho.
Ahí, los rastros de sangre confirmaban que había ocurrido un hecho violento. Al asomarse a las escaleras traseras del inmueble se localizaron más pistas y, posteriormente, los restos del pequeño en un río. Primero el cuerpo y luego su cabeza. Eso fue alrededor de las 10:30 p. m. del 27 de agosto del 2016.
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Desde ese momento, la Policía intensificó la persecución del presunto responsable y, en la madrugada del 28 de agosto, finalmente fue capturado Campos Mendoza.
Los vecinos, enojados por lo sucedido, le quemaron la casa al sujeto e incluso lo buscaron por horas con la idea de tomar la justicia en sus manos.
Se cree que Pirucho utilizó unos gatos para atraer a la víctima a su vivienda.
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Actualmente, Campos, quien es adicto a las drogas y enfrenta otra causa bajo el expediente14-002289-066-PE por abuso sexual contra otra menor de edad, se encuentra en el Centro Penitenciario La Reforma, en San Rafael de Alajuela.
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