En la noche del 26 de enero de 1971, estuvo a punto de producirse un serio motín en el pabellón este de la Penitenciaría Central, cuando un privado de libertad de apellido Azofeifa era trasladado al pabellón oeste, informó La Nación en aquella época.
Azofeifa era llevado a su celda minutos después de habérsele efectuado la requisa de rigor (en su condición de cómplice), a raíz de un incidente que había ocurrido a las 2 p. m. entre dos reclusos de apellidos Reker y Berrocal.
Luego de la riña, los dos presos se encontraban entre la vida y la muerte en las salas de emergencias del Hospital San Juan de Dios, a causa de las heridas producidas entre ambos con arma blanca.
Azofeifa, al ser custodiado por uno de los vigilantes, no solo aprovechó para provocar un circuito en el pabellón este y hacer que todo quedara en tinieblas, sino que también amenazó con un puñal al guardia.
Ese momento fue una oportunidad para que sus compañeros detenidos intentaran escaparse del centro penal, lo cual obligó a las autoridades a lanzar alrededor de veinte bombas lacrimógenas para controlar la situación.
Cuando La Nación habló con el oficial penitenciario Róger Ramírez, a las 11:35 p. m., el funcionario aseguró que todo se encontraba en “perfecto orden”.
En aquella época, la Penitenciaría Central estaba donde hoy se ubica el Museo de los Niños.
La construcción de la Penitenciaría terminó en 1907. Funcionó como cárcel por unos 70 años hasta 1979.
Durante su etapa de uso, se convirtió en uno de los centros penitenciarios más temidos del país debido a los periodos violentos que se vivieron a lo interno de sus instalaciones. El deterioro de la Penitenciaria se agravó con los años y, a la vez, diversos movimientos de defensa social procuraban mejorar las condiciones de los reclusos, reportó un artículo de La Nación en el 2017.
Las pésimas condiciones de vida, así como el incremento de la violencia por la expansión de pandillas y la carencia de un programa de rehabilitación para la reinserción de los reclusos a la sociedad, obligaron a las autoridades de justicia a replantear un nuevo modelo de desarrollo penitenciario. El 20 de diciembre de 1979, durante la administración del Lic. Rodrigo Carazo Odio, se cerró definitivamente la Penitenciaría Central de San José.
El edificio, que estaba casi en ruinas, fue cedido por el Ministerio de Justicia al principio de la década de los 90 para la creación del Museo de los Niños, el cual fue inaugurado en abril de 1994.
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En otras noticias:
85 familias limonenses de Penshurst recibieron ayuda
La población de Penshurst, en la vía ferrocarrilera que une a Limón con el Valle de la Estrella, recibió la ayuda acordada según el censo que previamente habían elaborado jóvenes del Movimiento Nacional de Juventudes, tal como se había hecho en muchos otros lugares.
Un total de 85 familias que fueron gravemente perjudicas por los temporales, recibieron ayuda en ropas, víveres (arroz, frijoles, maíz, leche, etc.), zapatos, y hasta juguetes.
Tanto las personas que perdieron todos sus haberes como aquellos que no tenían ninguna entrada, fueron auxiliados en esta gran campaña para distribuir los aportes de los costarricenses.
Príncipe Juan Carlos fue recibido por Nixon
El presidente Richard M. Nixon recibió en La Casa Blanca al Príncipe Juan Carlos de España y recordó en la ocasión la “deuda del hemisferio occidental para con los españoles”.
Juan Carlos y su esposa, la Princesa Sofía, llegaron a la mansión presidencial a las 10:30 a. m., siendo recibidos por el jefe del estado y la señora Nixon.
La pareja fue honrada con un saludo de 19 cañonazos, antes de que Nixon y su huésped pasaran revista a una guardia de honor integrada por representantes de todas las fuerzas armadas.