Gustavo Matosas repite la fórmula que aplicó Ricardo La Volpe en la Sele, cuando convocó a Joel Campbell sin haber despuntado en Saprissa, con apenas 18 años.
Campbell era solo una promesa que había jugado en selecciones menores y brillado en un mundial infantil. Los morados lo enviaron a préstamo a Puntarenas, ante la falta de oportunidad, y La Volpe no lo pensó dos veces para incluirlo en su nómina; lo llevó a la Copa Oro y a la Copa América, en donde el juvenil acabó por ‘reventar’.
Ahora es el turno de Matosas, quien se fijó en dos futbolistas con pasado en selecciones menores, pero un protagonismo intermitente en Primera, ante la falta de oportunidades.
José Rodolfo Alfaro, apodado por Guillerme Farinha como 'Figuito', debutó en Primera con Carmelita en un duelo contra la S. De buen ver en aquel partido, el joven volante ofensivo oriundo de Grecia se desarrolló en la Academia Wímer López y disputó un Mundial Sub-17.
Rápido, desequilibrante y con visión de juego, Alfaro es uno de los principales talentos de su generación. Aunque no afrontó la última eliminatoria juvenil, después de sufrir una lesión, la dirigencia carmela espera que se pueda afianzar en el equipo en esta temporada.
En este torneo ya suma un partido como titular... y ahora un llamado a la Mayor, sorpresivo incluso para el propio futbolista, quien espera aprovechar la oportunidad.
“Sabía que había trabajado fuerte, pero jamás me esperaba un llamado a la Sele. Mucha alegría en el hogar, todos son besos y abrazos. No puedo bajar la cabeza”, dijo Alfaro.
Matosas resaltó la personalidad del juvenil para pedir el balón y encarar. El técnico mantiene su discurso de insistir en los jugadores rápidos y desequilibrantes.
Por eso convocó a Alfaro de 18 años y a Ronaldo Araya, de apenas 19.
Araya debutó en Primera cuando Javier Delgado estaba al frente de Cartaginés, pero fue Paulo Wanchope el que acabó por darle muchos minutos de juego durante su gestión.
Rápido, encarador y capaz de filtrar un pase entre los centrales, Araya es de esos jugadores capaces de romper un librillo. Juega detrás de los artilleros y fue uno de los puntos altos de la Sele Sub-20 en la pasada eliminatoria, en la que Costa Rica perdió el boleto mundialista.
“Ojalá sea el primer llamado de muchos. Uno siempre trabaja para la Selección. Es un premio a todos los sacrificios que hice, junto a mi familia, desde pequeño”, apuntó Ronaldo.
De los tres, es el arquero Kevin Chamorro quien más regularidad ha tenido, desde que debutó en Primera con el equipo de la barriada.
De 1,83 m. de estatura, el guardavallas tiene un mundial Sub-17 en su currículo, aunque en esa ocasión no tuvo la oportunidad de jugar.
Luego participó con la Sele en la pasada eliminatoria Sub-20. Con presencia y reflejos, Chamorro tiene estampa, pese a que jugó un muy mal partido el pasado jueves frente a Saprissa, justo antes de recibir la convocatoria.
Sin embargo, eso no le resta méritos al joven, que ha venido de menos a más, cuando apenas tiene 18 años, siendo el futbolista más joven de la historia de Carmelita en recibir un llamado a la Tricolor absoluta.
“Conforme maduro, he sabido manejar las cosas. He visto las dos caras de la moneda. Hoy me levanté y me dije que no podía bajar la cabeza por eso (los errores ante Saprissa). Ahora es un orgullo estar en la Selección”, explicó Chamorro.
En la lista del entrenador charrúa hay otros futbolistas jóvenes y con proyección, pero quizás más conocidos por su protagonismo en el torneo local.
Por ejemplo, Jimmy Marín, Barlon Sequeira, Pablo Arboine y Marvin Loría. Los tres primeros asistieron al último Mundial Sub-20.