Por cuarta temporada consecutiva, los Warriors de Golden State y los Cavaliers de Cleveland se disputarán la corona de la NBA.
El duelo quedó sellado la noche de este lunes, cuando Stephen Curry, Kevin Durant y compañía salieron avantes, 101 a 92, en el sétimo juego de una reñida contienda contra los Rockets de Houston. Para lograrlo, los Warriors se vieron obligados a dos triunfos consecutivos, sin derecho a una derrota más cuando la serie estuvo 3-2 en favor de sus rivales.
Los 34 puntos de Kevin Durant, los 27 puntos de Curry y los doce rebotes de Green impulsaron este lunes una difícil remontada en casa ajena.
Al mediotiempo, la fanaticada de Houston se frotaba las manos con el 54 a 43 en la pizarra. Sin embargo, como en muchos otros juegos, los de Golden State sacaron lo mejor de repertorio en el tercer cuarto. Limitaron a los cohetes a tan solo 15 puntos (el parcial más bajo del juego) contra 33 unidades propias.
Ahora les espera un reto no menos complicado contra LeBron James y compañía, a quienes han derrotado en dos de las tres finales disputadas al hilo, incluyendo la paliza del año pasada por 4-1. La serie dará inicio el jueves, en casa de los actuales campeones.