El periódico La Nación arma de nuevo una historia cargada de inexactitudes para crear una sombra de duda en la transparencia de la información institucional de la Caja Costarricense de Seguro Social al publicar, este lunes 10 de agosto, una nota bajo el título “Caja faltó a la verdad: recibió mascarillas sabiendo que no eran de uso médico”.
El martes 11, La Nación emprendió otro ataque colérico en su editorial, reiterando el calificativo de “falsas explicaciones en la Caja”, creando una trama inexacta en la explicación de los hechos.
Lo anterior es rechazado categóricamente por la institución, pues las autoridades de la CCSS dijeron la verdad cuando se informó del cambio de un lote de mascarillas quirúrgicas desechables debido a un “error material” en la inspección de la rotulación de la caja de empaque.
La nota periodística basa su errada deducción en un documento del 30 de junio de la Comisión Técnica de Normalización y Compras de Implementos y Equipo Médico Quirúrgico (sic) y señala que “aprobaron y aceptaron ese producto de uso no médico por ‘interés público’”.
Rigurosidad periodística. El periodista tuvo en sus manos el documento y toda la evidencia del expediente, pero toma partes y palabras para presentarlas fuera de contexto sin la rigurosidad que el ejercicio periodístico demanda.
Lo que no leyeron ni el autor de la nota ni sus editores posteriores, o no les interesó leerlo, es que donde se indica “interés público” hay una flecha que da continuación al texto detrás de la misma hoja, que reza: “Se aprueba ya que se encuentra en 0 en el AlDI, siendo este insumo crítico para los equipos de protección personal…”.
La razón por la cual se habla de interés público es porque la Comisión Técnica valoró, en el análisis de recepción, que el código correspondiente a las mascarillas adquiridas no se ajustaba al existente, por cuanto las características de la mascarilla que se encuentran en la ficha técnica están en tiras que corresponden al código 2-97-01-0150.
En ninguna parte del informe del 30 de junio se indicó que las mascarillas no cumplían por ser de “uso no médico”. Esto se dio después del reporte del hospital Enrique Baltodano Briceño, del 6 de julio del 2020, que alertó sobre la rotulación no medical, por lo cual se procedió por vía WebMaster a comunicar a todos los establecimientos de salud que no distribuyeran ese lote y se inició el proceso de logística inverso.
La comisión técnica efectuó una nueva valoración, hizo un informe en el cual reconoció el error material, al no inspeccionar la rotulación del empaque primario, y reportó el incumplimiento a la unidad a cargo de la fiscalización del contrato para que hiciera los reclamos respectivos al proveedor.
Todas estas acciones la Caja las llevó a cabo como parte de sus procesos de revisión, control y seguimiento regulares posteriores a la distribución de insumos y no por “el trabajo de un solo periodista”.
Como se informó, la CCSS abrió una investigación para determinar posibles responsabilidades internas, que está en curso a fin de tomar las medidas correctivas, como corresponde en toda organización.
Acceso virtual. Cabe destacar que todo interesado puede acceder a este expediente y otros más, publicados en el sitio web de la CCSS desde el inicio de la pandemia, en la sección de licitaciones y en el módulo covid-19, como parte de los esfuerzos institucionales acordes con lo solicitado por la Contraloría General de la República y otros órganos de probidad y transparencia interesados en este asunto.
La CCSS tiene total apertura con los medios de comunicación y los interesados, y está en la mejor disposición de rendir cuentas de forma permanente en esta y otras cuestiones. Somos respetuosos de lo que se resuelva en cada una de las investigaciones que se llevan a cabo.
Afirmar que el presidente ejecutivo de la CCSS incurrió en falsedades en sus explicaciones no solo es temerario, sino que constituye una aseveración equivocada y sin sustento de parte del diario, porque, cuando se revisan con detalle los documentos, queda claro que cada respuesta dada tenía asidero en el momento y con la evidencia respectiva.
Los intentos reiterados de La Nación por manchar el actuar de la CCSS en la atención de la emergencia de la covid-19 son evidentes, pero lo es también su falta de rigurosidad periodística. Lo cierto es que la verdad siempre se impone; La Nación sí faltó a la verdad en esta publicación.
Jefe Área de Comunicación y Extensión Cultural de la Dirección de Comunicación Organizacional.