EscucharLa libertad de prensa es un derecho íntimamente relacionado con la libertad de expresión. La ejercen los y las periodistas. Para que se pueda informar con el mayor apego posible a la verdad, con el interés público como punto de partida y vigilantes de quienes aspiran o dirigen a un país, se necesita: conocimiento y comprensión de los hechos, recursos económicos, recursos tecnológicos, independencia y libertad.
Quién ejerce el periodismo también debe cumplir con varios pasos: pensar siempre en la comunidad a la que se dirige, afinar su olfato para identificar lo que es relevante, ser ético, responsable y respetuoso en todo el proceso, trabajar con rigor y apego a los principios del trabajo periodístico en el cual el más importante es buscar a todas las fuentes involucradas (fairness).
Incumplir con cualquiera de estos elementos afecta negativamente la libertad de prensa. Analicemos ahora el hecho relacionado al cierre de Parque Viva. ¿Por qué afecta la libertad de prensa?
1. Quiénes ejercen cargos públicos deben hacer todo lo posible para que el periodismo se ejerza con la mayor libertad posible y quiénes ejercen cargos públicos o aspiran a ellos deben tener una alta tolerancia a la crítica, por el bien de la democracia. Entre las personas que detentan el poder y quienes ejercen el periodismo debe imperar siempre el respeto, no tienen por qué coincidir o pensar igual, pero el respeto en ambas vías debe ser la norma. El presidente de la República de forma continua, desde que era candidato presidencial, ataca el ejercicio del periodismo en Costa Rica. Ha dicho que en Costa Rica hay «prensa canalla» y por tanto «periodistas canallas».
2. Todos los medios de comunicación deben contar con recursos económicos para hacer su trabajo, para que el trabajo que se hace no sufra vaivenes, sea bueno cuando hay recursos y en otras se debilite por la falta de ellos. En busca de la sostenibilidad económica, muchos medios en todo el mundo han diversificado sus actividades. Dichas actividades deben desarrollarse bajo el marco de legalidad de cada país, pero ninguna de ellas debe ser tratada diferente como se hace con otras, ni mejor ni peor. En el momento en que un negocio relacionado directamente con el medio de comunicación es sujeto a reglas arbitrarias, y con eso se cortan sus ingresos, se está produciendo un ataque directo a la gestión periodística.
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Imagen del auditorio Coca Cola, el cual se encuentra dentro de las instalaciones de Parque Vida, en la Guácima de Alajuela. (Alonso Tenorio)
3. La Nación informó hace varios meses sobre situaciones irregulares relacionadas con el hoy presidente de la República (el caso de acoso sexual en el Banco Mundial, el financiamiento irregular en la campaña). Los recientes hechos previos al cierre de Parque Viva, cuando el presidente se refirió a las obligaciones financieras de la empresa con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), y el intempestivo cierre del centro de eventos, evidencian un ejercicio del poder coercitivo, vengativo, sumamente peligroso hacia un medio de comunicación y sus periodistas quienes fueron críticos durante la campaña electoral. De ahí la preocupación de muchas personas y organizaciones, y las llamadas de atención para que esta situación se encauce por las vías correctas, a nivel administrativo, con independencia del poder político, y que el respeto a la gestión periodística se asuma como dogma en el actual Gobierno.
4. La prensa debe ejercer el derecho de la libertad de expresión con total y absoluta libertad. La comunidad, la audiencia, cada persona que recibe información tiene el derecho de decidir qué ve, qué lee, qué sigue y qué deja de seguir. Así debe funcionar todo, cada parte con total libertad. Lo saludable es que, si un medio de comunicación pierde la confianza de las personas, se reajuste y cambie su forma de hacer periodismo; no debe ser el poder político el que provoque su debilitamiento o desaparición. Sin medios libres y sin periodistas que ejercen el periodismo siguiendo todos los principios del buen periodismo, perdemos todos, pierde la democracia, pierde Costa Rica.
La autora es periodista, exdirectora de La Nación y directora del programa de periodismo colaborativo Punto y Aparte.
