Me parece muy conveniente que los costarricenses nos apoderemos del tema de la generación eléctrica y asumamos el gran reto que nos hemos trazado como país, de contar con una matriz eficiente, mayoritariamente a partir de fuentes renovables, pero que requiere siempre de un respaldo seguro que da la generación térmica.
En esa línea quiero interpretar el artículo “ICE prende planta térmica pese a tener sus embalses llenos” ( La Nación, 22 de abril, 2015), en el que se hace un reclamo a la institución por el uso de generación térmica a partir del 18 de marzo.
Si bien el reportaje desconoce aspectos fundamentales y es impreciso en algunas conclusiones, que voy a comentar más adelante, considero que es una oportunidad para profundizar sobre la generación eléctrica en Costa Rica, país líder mundial en fuentes renovables gracias al sistema solidario y sostenible que impulsa el ICE desde 1949.
Este esfuerzo de tantos años fue reconocido por The World Wildlife Fund (WWF), en noviembre pasado, cuando colocó a Costa Rica como modelo inspirador en la producción de energías limpias y dice: “A pesar de su pequeño tamaño, Costa Rica da pasos de gigante y lidera con el ejemplo: 100% sostenible”.
Precisamente, en marzo anterior, el ICE divulgó la noticia de que durante los primeros 75 días del año, la generación eléctrica fue producida en un 100% con fuentes renovables. Más de 100 publicaciones de los cinco continentes resaltaron esa información con un efecto viralizador impresionante.
El propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama, destacó el modelo eléctrico de Costa Rica, durante el encuentro con el presidente, Luis Guillermo Solís, en la capital panameña. Obama, a su paso por Jamaica, pidió a los países caribeños mejorar su matriz energética y les recordó el compromiso que ha asumido su gobierno de reducir las emisiones de carbono en un 28% para el 2025.
En nuestro país, los medios no le dieron importancia a la noticia. Por el contrario, se publican informaciones sobre el tema, como la de La Nación del 22 de abril, donde pone en duda la veracidad de los datos. El reportaje indica que en ese período se utilizaron combustibles fósiles, en cantidad mínima. Pero no explica que se usaron para pruebas de confiabilidad de las plantas térmicas y no para satisfacer la demanda eléctrica.
El artículo, además, critica al ICE por haber utilizado generación térmica a partir del 18 de marzo, aduciendo que los embalses están llenos y argumenta que por esa situación las tarifas podrían subir a partir de julio.
Estas son las omisiones del artículo que considero oportuno mencionar con el fin de enriquecer esta discusión. El artículo ignora que:
Gracias a esos 75 días de producción limpia, el uso de combustibles fósiles disminuirá este año de un 10,3% a un 2,9% con respecto a la generación total.
Las tarifas bajaron un 10% en este mes de abril, como consecuencia de que el país no utilizó generación térmica en esta época de verano.
El Arenal ha estado operando a la mayor potencia.
Los embalses se programan para la época seca.
A partir del 18 de marzo se da una reducción de casi un 20% en la producción hidroeléctrica diaria con respecto a los primeros 75 días del año.
En abril, baja la generación eólica por la caída de los vientos y de biomasa porque los ingenios dejan de vender energía al ICE.
El empleo de combustibles fósiles (diésel y búnker) tendrá una reducción este año de un 83% con respecto a la inversión realizada el año pasado.
La proyección del ICE es que, en el 2015, las tarifas eléctricas estén por debajo de las del 2014, y que un 97,1% de la generación provenga de fuentes limpias (hidroeléctrica, geotérmica, eólica, biomasa y solar).
En el caso de las tarifas, el ICE se comprometió con el Gobierno a mantenerlas estables durante 18 meses (del 1.° de julio del 2014 a 31 de diciembre del 2015), en ¢91 por kilovatio hora promedio. Aun así, los precios bajaron entre un 8% y un 9%, tanto para hogares como para comercios e industrias, en octubre (a ¢86) y en enero (a ¢83). Por el método de fijación empleado por la Aresep, hubo un leve aumento en marzo, que se reversó con una nueva baja para el segundo trimestre del año, a partir de abril, de un 10% en promedio.
Para concluir, una reflexión con el afán de enriquecer este debate: es sorprendente y lamentable que mientras el mundo hace un reconocimiento a Costa Rica por ser un ejemplo en el uso de las fuentes renovables, los medios de prensa costarricenses –en su afán por atacar a la presente administración– desacrediten la labor que como país hemos impulsado, consolidado y liderado históricamente.
Carlos Manuel Obregón
Presidente ejecutivo del ICE