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Radar: Consensos que no deben ser

En materia de clientelismo, los diputados tienen una enfermiza tendencia hacia el consenso, ejemplo de ello es la aprobación de una “bonificación” extra a los empleados del moribundo Bancrédito. Su costo: ¢3.000 millones y así hay varios casos más.

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En materia de clientelismo, los diputados tienen una enfermiza tendencia hacia el consenso. Su disposición a otorgar privilegios o rentas específicas con cargo al fisco la activan múltiples factores; algunos, inconfesables. Pero la “lógica” en que se sustenta es simple: si un grupo (clientela) se organiza y presiona para reclamar prebendas disfrazadas de solidaridad, ¡concedámoslas! Nosotros (diputados), no pagaremos. El costo deberán asumirlo los ciudadanos dispersos, que ni se darán cuenta ni reclamarán… hasta que se den cuenta y reclamen, por supuesto.








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