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En esta ilustración fotográfica de archivo tomada el 28 de enero de 2021, se muestran los logotipos de la tienda minorista de videograme GameStop y la aplicación comercial Robinhood en una computadora y en un teléfono móvil en Arlington, Virginia. Fotografía: AFP. (OLIVIER DOULIERY/AFP)
La gran volatilidad en el precio de las acciones de la pequeña compañía GameStop puso a temblar a Wall Street hace un par de semanas.
La historia toma matices románticos, ya que muchos interpretan lo sucedido como David derrotando a Goliat. Esto, porque pequeños inversionistas, dejándose llevar por la red social Reddit, compraron enormes cantidades de acciones de GameStop e hicieron subir su precio vertiginosamente.
Lo anterior afectó los enormes fondos de cobertura que habían apostado mucho dinero a que el precio más bien bajaría. En el medio estaba una casa de corretaje llamada Robin Hood, como aquel que le robaba a los ricos para dar a los pobres.
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Aunque aún es temprano para sacar conclusiones definitivas, ya hay fuertes discusiones sobre las consecuencias de lo sucedido.
Una pregunta que surge es si debería modificarse la regulación y cómo. A los gobernantes no les gusta que haya mucha volatilidad. Les da miedo que en ese ambiente algunos «pobres» inversionistas pierdan dinero.
También les preocupa que las bolsas se conviertan más en un casino, donde quienes invierten lo hacen por apostar a algún evento, en lugar de hacerlo según el valor estimado de las empresas.
Hay quienes acusan a los fondos de cobertura de manipular los mercados y de no permitir que estos hagan la función de redistribuir eficientemente el capital. El uso de tecnologías, con algoritmos sofisticados de compra y venta, combinados con el manejo de la información y la colusión para dirigir el precio de las acciones, son algunas de las prácticas cuestionadas. También el uso de la «venta corta», que facilita ganar muchísimo dinero, invirtiendo no tanto (si todo sale bien).
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Pero aquí es donde entran otras tecnologías para desplazar a los reguladores. Las plataformas de corretaje de muy bajo costo, algunas «gratis», y las redes sociales, donde se intercambia información sobre oportunidades de negocios, contribuyeron a que pequeños inversionistas pusieran en línea a los enormes fondos de cobertura. Algo que los reguladores no habían podido, o querido, hacer.
Esas nuevas tecnologías desempeñan un papel importantísimo en democratizar los mercados. Al permitir a más gente participar, reduciendo costos y mejorando el acceso a la información, se minimiza el riesgo de que unos pocos manipulen el mercado y se queden con enormes rentas. Esto aplica para todo tipo de mercados.
El autor es economista.
