“De la patria por nuestra voluntad” fue la decisión tomada el 25 de julio de 1824 por los ciudadanos del Partido de Nicoya, quienes en cabildo abierto y en pleno ejercicio democrático decidieron unirse a Costa Rica.
Gracias a esta decisión, nos enriquecimos con su maravillosa gente y tradiciones, su bello folclor y los dulces sones de la marimba, la belleza multicolor de sus carretas y grandiosas artesanías inspiradas en una arraigada historia chorotega.
El Punto guanacasteco, Ticas lindas y Caballito nicoyano son historias de amor que adoptamos como propias y nos enorgullecen e invitan a bailar al son de la marimba. Y qué decir cómo nos hincha el orgullo escuchar las bellas notas y más de un suspiro y beso con los sones de Luna liberiana.
Heredamos una rica gastronomía centrada en el maíz, patrimonio cultural de Costa Rica, y base de deliciosos platillos y bebidas, como el ponche, las rosquillas, los arroces, las tortillas y los panes acompañados de un fresco pinolillo.
Sus bellezas son extraordinarias y diversas: volcanes, playas y bosques son la tierra de una amplia y diversa flora y fauna que cautivan a los costarricenses y turistas de todos los rincones del mundo. Somos privilegiados también por contar con una de las cinco zonas azules del mundo.
Para un país con una matriz energética que es referente internacional, el ICE y Coopeguanacaste son ejemplos de cómo el cooperativismo y el Estado pueden trabajar juntos en modelos innovadores y sostenibles, y producir con cinco fuentes de energía renovable —agua, geotermia, viento, biomasa y sol— que aportan el 40% de la electricidad.
Hoy digo “gracias, hermanos guanacastecos” por la decisión que celebraremos este lunes a una voz con “bombas y marimbas” y recordando las deudas urgentes e incumplidas, como la mejora en la calidad de la educación, apertura de Ebáis para la atención primaria, acceso al crédito de la Banca para el Desarrollo o la banca comercial, mejores vías de comunicación e inversión en infraestructura hídrica, insumo indispensable para el desarrollo, la salud y el bienestar; además del fortalecimiento de la cultura emprendedora y los programas de encadenamiento que permitan a las empresas locales integrarse con Ad Astra Rocket, Coca-Cola y los grandes desarrollos hoteleros.
La autora es politóloga.