Desperdicio de medicinas
La semana pasada fui a retirar al Ebáis local unas medicinas para mi esposa y me quedé asombrado al ver dos grandes cajas, desbordadas de medicamentos, en un rincón, con rótulos: una de no retirados y otra de vencidos. Yo supongo que sucede lo mismo en los demás Ebáis del país y que gran parte de esa inversión terminará en la basura. La Caja Costarricense de Seguro Social debe hallar otro sistema para evitar ese problema. Tengo una idea que podría sugerirles, que les ayudará sin tener que hacer ninguna gran inversión.
Orlando Jiménez Chaves, San José
Caso resuelto
En respuesta a la carta de la señora Adriana Córdoba Vargas, a quien se le hizo un doble cargo por $257 (Cartas, 26/10/2018), conversamos ese mismo día con ella y aclaramos que el monto reclamado fue acreditado el 22 de octubre.
Alejandro Rubinstein B., Canales de Servicio, BAC Credomatic
Gobierno judicial
El editorial de La Nación del 17 de octubre es muy atinado, pero extemporáneo. El “gobierno judicial” se originó en el 2003, cuando una sentencia de la Sala Constitucional restableció la reelección presidencial. Un poder no elegido por la vía del voto popular se arrogó la potestad de enmendar la Constitución. Salvo por la reacción clamorosa del expresidente Luis Alberto Monge, nadie dijo nada. Con el correr del tiempo, la Sala Constitucional se salió de cauce, hasta culminar con el gobierno judicial al que alude el editorial de marras. Una “república” dentro de la República.
Primero judicializaron la política, después judicializaron la salud. Hoy, por defender los privilegios de su régimen laboral, un magistrado no queda detrás de un muellero de Japdeva y, con salarios de ¢8 millones y pensiones de ¢10 millones, se atreven a calificarse de clase media.
El gobierno lucha por la reforma fiscal para evitar que el Estado caiga en el barranco de la insolvencia; cuenta con el apoyo de los partidos políticos responsables en la Asamblea Legislativa, pero no basta ante el embate de quienes tienen la sartén por el mango. Somos 2,3 millones de trabajadores, de los cuales 2 millones laboramos en la empresa privada o por cuenta propia. Es nuestro trabajo el que paga por esos privilegios laborales obscenos.
Leonardo Morales Castro, Santa Ana
Ejército al garete
Los sindicatos de los maestros dicen que la pérdida de clases es un daño colateral. No es cierto. Es un daño mayor que les hacen a nuestros niños y jóvenes. La huelga fue un completo fracaso y lo que pase al plan fiscal no será por su ausencia en el trabajo, así que, si son tan amables, vuelvan al trabajo y cumplan con lo que les corresponde para el progreso del país. Nos enorgullecemos de que el ejército de Costa Rica son los estudiantes y los dejaron al garete.
Ligia González Jiménez, Montes de Oca
Ley innecesaria
Es innecesaria una ley de empleo público, pues ya existe en la Constitución Política: es el Servicio Civil, una de cuyas derivaciones es la Ley General de Salarios de la Administración Pública. Pero se debe reformar el artículo 1.° del Estatuto de Servicio Civil debido a que es inconstitucional “por omisión”, ya que limita su aplicación al Poder Ejecutivo, cuando debe regir para todo el sector público. La Constitución manda que “un estatuto de servicio civil regulará las relaciones entre el Estado y los servidores”, todos, sin excepción.
Galo Vicente Guerra Cobo, San José