Luego de que aquel rostro deforme que llenó los medios y las redes sociales se convirtiera en su obsesión personal, un costarricense llegó hasta el santuario en España donde está resguardado el ‘Ecce Homo’ de Borja para terminar con un nudo en la garganta con la historia que le narraron.
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La ciudad de Zaragoza, donde aún se exhibe la obra 'Ecce Homo', ha tratado de darle vuelta a las risas y atraer turistas interesados en conocer de cerca la restauración que salió mal por Cecilia Giménez