Identificar y etiquetar los alimentos transgénicos con miras a garantizar el derecho de los consumidores a estar informados.
Es la petición que la Federación Nacional de Asociaciones de Consumidores y Usuarios (Fenasco) dirigió el 14 de abril a las ministras de Economía, Agricultura y Salud.
“Es un tema de información y de libertad de elección, pero también de derecho a la salud”, declaró a La Nación Róger Corrales, defensor de los consumidores.
Los transgénicos son plantas o animales modificados genéticamente para conseguir en ellos características diferentes a las de la reproducción natural.
La Fenasco demandó además una campaña de información.
“Tiene que ir de la mano que nos digan cuáles son transgénicos y cuáles son los riesgos reales, los riesgos comprobados y los riesgos posibles para que luego cada persona tome la decisión que considere más oportuna”, añadió.
Pese a que Costa Rica no permite el cultivo de esta clase de alimentos para su comercialización, sí importa productos que la Fenasco sospecha que puedan ser de origen transgénico.
Entre ellos se cuentan algunos de consumo frecuente como las papas, maíz, arroz, tomate o la soya.
Desde el ministerio de Agricultura (MAG), señalan que la identificación es compleja.
“Si el producto entra fresco le compete al MAG, pero si está procesado ya no”, respondió Rosa Brenes, vocera del Ministerio.
Los tres ministerios coinciden en señalar que “se está analizando” la solicitud y que la Comisión de Control de Biotecnología ya trabaja en el asunto.
“Estamos de acuerdo con que los etiquetados deben venir muy claros ”, dijo la ministra de Salud, María Luisa Ávila.
Economía considera que antes cambiar la regulación hay que valorar muchos elementos.
“Para definir un etiquetado hay que verificarlo primero. Hay que educar al consumidor y ver si hay una diferencia sustancial entre alimentos transgénicos y los que no”, dijo Isabel Cristina Araya, directora de Mejora Regulatoria y Reglamentación Técnica.