Las fracciones legislativas de los partidos Liberación Nacional (PLN), Frente Amplio (FA) y Liberal Progresista (PLP) expresaron este jueves su total anuencia a que el proyecto de ley para prohibir las terapias de conversión sexual avance en el plenario de la Asamblea.
Las tres bancadas abogan por que la iniciativa legal entre en la agenda del plenario del próximo martes 31 de octubre, pues no es seguro que el Poder Ejecutivo incluya el expediente 20.970 en la lista de planes convocados para las sesiones extraordinarias que empiezan el 1.º de noviembre.
No obstante, el Partido Nueva República, de Fabricio Alvarado, sigue pidiendo tiempo para hacer consultas a organizaciones a las que, según ellos, no se les pidió criterio en torno a la iniciativa.
A pesar de esto, de la anuencia de los tres partidos, la subjefa de Nueva República, Olga Morera, dijo que su fracción no podía garantizar el apoyo a la moción con la lista de proyectos.
Para que el plenario pueda entrar a discutir una lista específica de expedientes, se requiere de la votación afirmativa de 38 congresistas.
El texto ya fue dictaminado positivamente en la Comisión de Derechos Humanos y ya pasó la etapa de mociones presentadas en el plenario. Si entra en agenda, se podría discutir mociones de retiración, que es el proceso previo al primer debate.
El proyecto prohibiría las terapias de conversión que se promueven desde varias organizaciones, como mecanismos para que una persona deje de ser homosexual, muchas veces recurriendo a métodos agresivos.
La expresión “terapia de conversión” o “terapia de conversión sexual” se refiere a cualquier esfuerzo sostenido por modificar la orientación sexual, la identidad de género o la expresión de género de una persona.
De acuerdo con la organización ILGA World, la mayoría de estas prácticas se gestaron a mediados del siglo XX, como respuesta “a lo que en gran medida se consideraba una patología”.
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A la oposición de los fabricistas, que ya habían bloqueado la iniciativa cuando se discutieron las mociones de fondo en la Comisión de Derechos Humanos, se unió la Unidad Social Cristiana (PUSC).
El PUSC pidió tiempo postergar la decisión hasta el otro jueves, con tal de consultar entre sus miembros.
Sin embargo, el jefe del PLN, Óscar Izquierdo, advirtió de que el tiempo para que avance el proyecto es ahora, porque el miércoles la agenda pasa a control del Poder Ejecutivo encabezado por el mandatario Rodrigo Chaves.
En los periodos anteriores en que Chaves ha controlado la agenda parlamentaria, ese expediente ha quedado fuera de la lista y de su posibilidad de avance.
Cuando los demás jefes de fracción preguntaron a Pilar Cisneros, la jefa de la fracción oficialista, si Zapote se comprometería a convocar la iniciativa en sesiones extraordinarias, ella se negó a asegurar eso.
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Adujo que no puede comprometer la palabra en nombre de la ministra de la Presidencia, Natalia Díaz, quien es la encargada de preparar el decreto ejecutivo con la lista de proyectos convocados para el periodo que va del 1.º de noviembre al 31 de enero.
El subjefe frenteamplista, Antonio Ortega, recordó que el acuerdo de las jefaturas era ver esta semana el plan sobre terapias de conversión y que se había postergado a petición de Nueva República.
“Es un proyecto que fue polémico en su momento, pero que tiene un texto sustitutivo de consenso entre las fracciones, firmado por todas, gracias a una buena intervención de las diputadas Montserrat Ruiz (PLN) y Johana Obando (PLP), para tener un acuerdo de la Comisión de Derechos Humanos”, explicó Ortega.
Pese a dicho acuerdo, el frenteamplista alegó que Nueva República sigue pateando la bola en las reuniones de las jefaturas, en las cuales se define la agenda de proyectos.
El presidente del Congreso, Rodrigo Arias, alegó que las agendas se han ido postergando por amplias discusiones del plenario, pero que el plan se mantiene en la propuesta de agenda para el próximo martes.