La migración de nicaragüenses hacia Costa Rica tomó un matiz distinto este fin de año. Esta vez, se registró un aumento en la cantidad de familias completas que vienen al país con la intención de buscar trabajo.
Antes, la tendencia era que fueran trabajadores agrícolas quienes aprovechaban la cosecha de café, la zafra de la caña de azúcar y la recolecta de melón.
“Hay un fenómeno poco usual esta temporada. Vemos un aumento de menores de edad y familias completas que vienen por primera vez a Costa Rica, por lo demás, es el comportamiento de todos los años”, declaró el embajador en Nicaragua, Javier Sancho, quien no ahondó en más detalles.
Tal es el caso de Socorro Orellana, quien pasó este miércoles, por el puesto fronterizo de Peñas Blancas, con una hija y dos nietos. Según relató, ella tiene otros dos hijos y un hermano en Costa Rica y viaja para distraerse, pues le gusta el país. "Tal vez ya me voy a morir digo yo, tal vez sea el último viaje que haga", comentó en broma.
El embajador Sancho agregó que, en términos generales, se tramitan unas 1.300 visas diarias en los consulados de Managua y Chinandega, cuando usualmente son 500.
Dichas sedes diplomáticas tendrán sus puertas abiertas todo el fin y principio de año, solo cerrarán el 25 de diciembre y el 1.° de enero del 2016. Incluso, cuando es necesario, extienden las jornadas de trabajo hasta dos horas.
La oleada de solicitudes de visas se inició desde mediados de noviembre y se prevé que se prolongue durante todo enero, cuando los nicaragüenses retornen a sus trabajos en Costa Rica.
Durante el primer semestre de este año, 112.000 habitantes del vecino país del norte obtuvieron una visa y la Cancillería estima que, al finalizar el año, esa cifra superará la emisión de 200.000.