Es falso que el magistrado Luis Antonio Sobrado recibirá una pensión de lujo al renunciar a su cargo en el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), a pesar de que así lo insinúan publicaciones en redes sociales con motivo de su dimisión.
La razón es que Sobrado cotiza para el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el mayor sistema de pensiones del país, en donde la jubilación máxima es de ¢1,6 millones en condiciones ordinarias y de ¢2,3 millones si la persona posterga su retiro y trabaja por una buena cantidad de años más.
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Es decir, el magistrado no pertenece a ninguno de los regímenes estatales que otorgan pensiones de lujo, como los del Poder Judicial y el Magisterio Nacional, en los que existen jubilaciones hasta de ¢12 millones y las personas se retiran con menos edad que en el IVM.
En su carta de renuncia dirigida a la magistrada Eugenia Zamora, vicepresidenta del TSE, Sobrado se refirió al tema en los siguientes términos:
“No puedo dejar de mencionar que, con malevolencia irresponsable, algunos han insistido en redes sociales que, tras mi retiro, me espera una jugosa pensión. Usted sabe que no es cierto: primero, porque cotizo para el régimen de la CCSS y, segundo, porque carezco de la edad necesaria para jubilarme”.
Sobrado tiene 60 años y expuso que tendrá que trabajar por varios años más, antes de poder acogerse al derecho de jubilación.
En el régimen del IVM, la edad ordinaria de jubilación es 65 años con un mínimo de 300 cuotas. Todavía existe la opción de pensión anticipada para los hombres a los 61 años y 11 meses, si se cuenta con 462 cotizaciones. En el caso de las mujeres, es a los 59 años 11 meses con 450 cuotas.
Sin embargo, la CCSS está cerca de eliminar estos retiros anticipados; únicamente dejaría un espacio de 24 meses para que se acojan a la opción quienes están cerca de pensionarse.
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Ya en la campaña electoral del 2018, el entonces candidato Juan Diego Castro se basó en una premisa falsa para decir que Sobrado iba a tener una pensión de ¢10 millones, lo cual sería imposible para un funcionario que cotice para la CCSS.
El magistrado presidente, que a partir del 9 de noviembre se irá a vacaciones y dejará el TSE, definitivamente, el 16 de diciembre, seguirá activo como docente en la Universidad de Costa Rica (UCR), dijo en su carta de renuncia.
Sobrado recordó que en el 2017, durante una entrevista, respondió que, para su futuro, apostaba más por las aulas que por las papeletas, y que no se veía durante décadas en el puesto de magistrado electoral, en el que estuvo por 22 años.
“Con la difícil decisión que hoy comunico, mi carrera como funcionario electoral quedó truncada antes de que finalizara mi vida laboral activa”, dijo el presidente del órgano electoral, quien renunció por ser cuñado de Ana Lupita Mora Chinchilla, candidata a vicepresidenta de Rolando Araya, a fin de evitar sombras de duda sobre el TSE.
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De hecho, en su carta, Sobrado hizo referencia a la madre de Ana Lupita Mora, Niní Chinchilla, su fallecida suegra, pues dijo que ella, como diputada “tenía claro que hacer lo correcto no siempre es fácil ni bonito”.
“Por ello, cuando sintió que su moralidad se tornaba incompatible con prácticas políticas que no podía corregir, abandonó su curul legislativa a la mitad de su mandato. Y, sí, también retornó a las aulas universitarias y a su nombramiento de medio tiempo para culminar su trayectoria laboral y profesional”, dijo.
Marta Chinchilla Orozco, conocida como Niní Chinchilla, fue diputada por el Partido Liberación Nacional (PLN) en el periodo 1978-1982, durante la presidencia de Rodrigo Carazo, pero abandonó el cargo el 8 de setiembre de 1981. También fue profesora de Historia de las Instituciones en la Universidad de Costa Rica.