La debilidad de los últimos indicadores económicos, especialmente en el primer trimestre del año que se contrajo 0,7 %, alimenta la hipótesis de que la esperada alza se aplace hasta finales de año.
La FED mantiene los tipos de interés en niveles excepcionalmente bajos, de entre el 0 % y el 0,25 %, desde finales de 2008, dentro de su estrategia de estímulo monetario tras la aguda crisis financiera, pero había anunciado su intención de aprobar el inicio del ajuste, a lo largo de este año.
Hasta hace apenas unos meses, el consenso en los mercados era que el alza de tipos, el primero en EE. UU. desde 2006, se produciría en la segunda mitad del año, después del sólido crecimiento económico registrado en 2014 y la progresiva reducción en la tasa de desempleo, en mínimos no vistos desde el estallido de la crisis.