Clave Fiscal: Gastos deducibles por compras en el exterior
La posibilidad de deducir un gasto parte de un análisis muy concreto, ya que se debe identificar si ese gasto está directamente vinculado con la obtención de los ingresos gravables
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Por Fabio Salas
Algunos contribuyentes expresan dudas sobre la posibilidad de calificar como gasto deducible las compras que realizan en el exterior por medio de plataformas en línea. Esta duda es comprensible, pues para muchas empresas o personas físicas con actividad lucrativa no necesariamente es una práctica habitual y, además, porque existen diferencias en cuanto a la documentación soporte que se obtiene mediante estas compras.
Es importante señalar que la posibilidad de deducir un gasto parte de un análisis muy concreto, ya que se debe identificar si ese gasto está directamente vinculado con la obtención de los ingresos gravables que obtiene la empresa o la persona física con su actividad lucrativa.
En términos más simples, si se puede calificar que el gasto es útil, necesario y pertinente para vender productos o prestar los servicios, según sea el caso concreto de cada contribuyente, entonces ese gasto sí podría ser calificado como un gasto deducible.
En consecuencia, al final del período fiscal dicha compra en línea o en el extranjero, junto con los demás gastos vinculados con la actividad, se podrán descontar del total de los ingresos gravables que el contribuyente obtuvo y así se podrá identificar la utilidad sobre la cual se deberá calcular el impuesto sobre la renta.
Claro está, las dudas surgen en cuanto a los documentos de soporte que se requieren para documentar e identificar la necesidad de comprar en línea y vincular dicha compra con la actividad lucrativa, pues el contribuyente no va a recibir una factura electrónica como sí lo haría en las compras locales.
En tal supuesto, los comprobantes electrónicos en donde se detalle el monto, el tipo de bien o el servicio contratado, deberían ser suficientes elementos para documentar la compra y también para explicar la vinculación directa entre dicho gasto y su actividad lucrativa.
Por ejemplo, si un contribuyente necesita comprar una computadora, una licencia de software para su computadora, algún servicio de información que proviene del exterior o unos productos promocionales para comercializar sus productos, podría adquirir esos bienes y servicios por medio de plataformas en línea, y el comprobante que se entrega, junto con el recibo de pago, ya sea que el desembolso se realice por medio de transferencia o con una tarjeta de débito o crédito, debería ser suficiente para justificar dicho gasto deducible.
Claro está que para evitar cuestionamientos el orden de la contabilidad y de los documentos de soporte deben permitir justificar el gasto, demostrar el pago efectivo y explicar la necesidad de hacer dicho gasto para generar el ingreso, pues esto será determinante en una posible fiscalización por parte de las autoridades tributarias.
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