El presidente del Banco Central, Olivier Castro, explicó que uno de las principales secuelas que sienten los hogares del deterioro en algunas variables macroeconómicas es un menor ingreso disponible.
Castro, quién presidirá la entidad hasta el 31 de julio, hizo esta afirmaciones luego de presentar la revisión del Programa Macroeconómico 2018-2019, este lunes.
El jerarca comentó que las consecuencias del alto déficit fiscal que arrastra el Gobierno se irán sintiendo poco a poco. En seguida un resumen de la conversación con La Nación.
− Si uno ve la revisión de este programa macroeconómico hay un deterioro importante respecto a lo que ustedes habían anunciado en enero. ¿Cuáles prevé usted que sean las consecuencias para la población de este nuevo panorama?
− El impacto más importante es que hay una reducción en el ingreso disponible de las personas, que sin duda alguna, afecta el nivel de consumo y parte, lo que uno ve, es que hay una reducción en la economía y evidentemente, lo que uno desearía para la población, es que la economía todos los años crezca y crezca mucho, pero hay limitaciones que hacen que eso no pueda darse.
"La economía no es un asunto solo de una estabilidad macroeconómica, eso es la base, que la estabilidad económica se dé y se dé el crecimiento, pero nosotros tenemos un problema, que es evidente, que es el problema fiscal, que le extrae recursos a la economía, y que sobre todo, este año, hubo un cierto nivel de incertidumbre en todo el proceso electoral.
“Uno esperaría que para el segundo semestre las condiciones sean más normales y la economía empiece a repuntar otra vez, pero no para llegar a un 3,6%”.
− Para una familia, ¿qué podemos esperar?
− Es una disminución de ingreso, o bien por el lado del ingreso nominal, o bien por una reducción del ingreso real. Uno lo siente, el aumento de los precios de la gasolina, todos nosotros tenemos que hacer una sustitución de alguna cosa, para ahora pagar un nivel de precio de la gasolina que es más alto que antes.
“Uno puede decir que eso (el aumento en la gasolina) no afecta a toda la población en general porque muchos no tienen vehículo, pero eso se ve reflejado en el transporte de productos, etc. Todo eso, algo le agrega a un precio que después a uno le reduce la capacidad para la compra del total de bienes”.
– ¿Siente usted que se la ha reducido los grados de libertad del Banco Central para poder influir en la economía, dado el tamaño del faltante fiscal?
– No tanto, porque el Banco, en un proceso de déficit fiscal que ha estado ahí, ha logrado mantener la estabilidad monetaria y ha logrado reducir los grados de inflación.
“Es cierto, en esta coyuntura, que el entorno internacional le ayudó mucho al país, pero el Banco interpretó adecuadamente lo que está sucediendo en el entorno internacional y lo pudo canalizar hacia lograr esta estabilidad macroeconómica general”.
– Usted decía que los niveles de deuda del Gobierno están superando lo que se considera manejable a nivel internacional. ¿Cuán cerca o lejos cree que pueda estar Costa Rica de una crisis mayor si no se atiende el problema?
– Eso es relativo, las consecuencias se van dando poco a poco, ya hoy Costa Rica tiene un nivel de tasa de interés superior de lo que uno esperaría que sea de una tasa de interés normal; uno esperaría que las tasas de interés de Costa Rica estuvieran mucho más cerca de las tasas de interés de Estados Unidos, porque es uno de los grandes socios comerciales que tenemos.
“No obstante, en la medida en que tenemos ese problema del déficit y el Gobierno tiene que financiarlo, eso introduce una presión al mercado interno y eso hace que suban las tasas de interés, lo cual también en un costo para las empresas que quieran invertir o que ya tienen una operación de crédito cuya tasa es ajustable con la tasa básica”.
– En el crecimiento del crédito, tanto el Banco Central como las autoridades supervisoras han externado la preocupación por el crecimiento del crédito en dólares, ahora se ha desacelerado drásticamente...
– Pero aún tenemos una gran cartera de crédito a no generadores. Esas cosas no son cosas que se reducen de un día para otro, es un proceso que hay que mantener para que la gente vaya interiorizando el riesgo cambiario, porque cuando uno interioriza el riesgo cambiario para alguien que no es un generador, no va a obtener una operación de crédito en dólares, sino va a ir a colones.
"Ahora, el tema ahí, que es un proceso también que hay que ir normalizando, es el diferencial de tasas de interés entre colones y dólares para que no sea excesivamente atractivo endeudarse en dólares, pero ya en Estados Unidos las tasas se están normalizando y ya un banco no puede ir a obtener (crédito) a tasas de interés muy bajas y entonces son los créditos que luego se han dado aquí para financiar vivienda, por ejemplo”.
– Usted va de salida, ¿cuál satisfacción se lleva de su gestión y cuál preocupación?
– Yo me voy muy satisfecho de la labor cumplida aquí, en el Banco Central; nunca estaba la posibilidad de volver al Banco Central, fue una situación que se dio en una coyuntura, pero el resultado que el Banco obtuvo en estos cuatro años ha sido muy favorable para la economía, hemos logrado una estabilidad macroeconómica importante, el nivel de inflación se ha mantenido más bajo de lo que nosotros esperábamos y tengo la esperanza de que la población costarricense haya entendido, poco a poco, la virtud de que un país tenga una inflación baja.