El Instituto Nacional de Seguros (INS) mantiene bajo secreto los criterios utilizados para otorgar créditos corporativos a empresas que son sus clientes. La aseguradora pública se negó a brindar los detalles de los criterios empleados para otorgar los ¢7.400 millones que tenía colocados en compañías privadas. La Nación solicitó una copia de la Política de Crédito; sin embargo, el INS se negó a brindarla, ni detalló cómo se eligieron las compañías a las cuales financió, entre ellas Artelec que acudió al Juzgado Concursal para solicitar protección judicial para evitar la quiebra.
“No podemos facilitar la política de crédito, dado que se califica como documento confidencial, en el marco del artículo 12 de la Ley del Instituto Nacional de Seguros”, argumentó la empresa estatal por escrito.
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Dicha normativa establece como confidencial la información relacionada con las actividades del INS, calificada así por la propia entidad como secreto industrial, comercial o económico. “La confidencialidad de la información será declarada por la Junta Directiva como órgano máximo de decisión y deberá contener el fundamento técnico y legal correspondiente, así como el plazo durante el cual la información tendrá dicho carácter”, según el artículo.
El Instituto es la única aseguradora, de las once que operan en el mercado costarricense, que brinda financiamiento a empresas que son sus clientes.
“El otorgamiento de créditos es una facultad legal particular que se le concede al INS y que en el resto de aseguradoras se encuentra prohibida. En ese sentido las competencias de supervisión de Sugese no son directas pues no se trata de actividad aseguradora”, subrayó a este diario Tomás Soley, jerarca de la Superintendencia General de Seguros (Sugese), el pasado 15 de junio.
Soley agregó que la labor de la Superintendencia se centra desde el punto de vista financiero, en específico en el correcto funcionamiento de los sistemas de gestión y control interno de riesgos, el gobierno corporativo y la suficiencia de capital.
“Sugese aborda la actividad crediticia desde el punto de vista de gestión de los activos del INS y como ello podría o no afectar los indicadores de suficiencia de capital del Instituto, pero no necesariamente entra a conocer el detalle de cada operación, salvo que exista un interés particular”, aseguró el jerarca.
El INS carga desde hace cuatro años con créditos malos por $14,1 millones en su negocio de financiamiento empresarial. Para recuperar el dinero que prestó a dos empresas, la entidad debe vender propiedades rematadas y reclamar el pago en el proceso concursal al cual se sometió la tienda Artelec para evitar la quiebra.
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En un informe del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif), del cual tiene copia La Nación, se alertó al INS y al Gobierno del riesgo a fondos públicos por la actividad crediticia. A pesar de la advertencia, el Instituto aceptó renegociar y dar moratorias de pago a compañías morosas.
“Se reportan seis operaciones malas por más de $14 millones. El primero, mediante dos operaciones con una empresa que suman alrededor de $7,4 millones (¢5.046 millones), debió llegarse a un acuerdo con el deudor y recibir en dación de pago las garantías otorgadas, lo cual implica aún el proceso de recuperación de recursos mediante la venta de las propiedades recibidas”, se detalla en el oficio PDC-0099-2018, de agosto de ese mismo año.
Negocio polémico
La Junta Directiva del INS aprobó, en setiembre del 2014, su política de crédito que incluye el financiamiento denominado Banca Corporativa a ciertos clientes de la aseguradora.
La empresa pública afirmó que, desde la apertura de la línea de crédito corporativa, se han formalizado cinco operaciones, cuatro fueron otorgadas por el Comité de Crédito de la Institución y una por la Directiva.
“El INS cuenta con una unidad de análisis de crédito. Los análisis y aprobaciones de las operaciones se realizan apegados a una política de crédito, la cual abarca los criterios que se consideran en la actividad de otorgamiento de créditos”, señaló la compañía por escrito, sin detallar los criterios usado.
Actualmente tienen tres operaciones vigentes. “Ninguna está en mora ni en cobro judicial. Todas están al día”, sostuvo la compañía, sin brindar ninguna información del financiamiento de $10 millones dado a Artelec.
Hasta junio pasado, la cartera de crédito del INS reportó un saldo de ¢42.000 millones, de los cuales el 77% está concentrado entre sus empleados, principalmente, en operaciones de vivienda. Estos préstamos se otorgaron en condiciones blandas amparados en la convención colectiva.