El Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) desconoce si las rebajas aplicadas por la Aresep al precio del asfalto y la emulsión, le generaron algún ahorro en la reparación de carreteras.
Esos productos, usados para recarpeteo, bacheo y construcción de vías, tuvieron dos rebajas: una a finales del 2006 y otra desde noviembre de 2008.
La primera se dio cuando la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) eliminó el subsidio al diésel y al combustible de avión. En esa ocasión, algunas constructoras vaticinaron ahorros de entre 17% y 26% en arreglo de vías.
La otra baja resultó de la creación de un subsidio luego de modificarse la fórmula que incorpora los costos de Recope al precio de los combustibles.
De acuerdo con una investigación de este diario, solo por ese subsidio las asfalteras se economizaron unos ¢11.600 millones entre el 2009 y este año.
No obstante, Conavi no ha indagado si ese beneficio generó los ahorros prometidos.
Al respecto, Mauricio Salom, director del Conavi, afirmó: “No puedo rendir cuentas por el tiempo en el cual no estuve”, y añadió que, por la alta rotación de personal de los últimos años, es imposible encontrar a un funcionario que aclare el caso.
Desorden. Con el fin de verificar si las bajas del asfalto y la emulsión tuvieron impacto, La Nación trató de recopilar todos los datos de las dos grandes licitaciones nacionales para mantenimiento vial, adjudicadas por el Conavi en el 2005 y el 2009. Sin embargo, la información dispersa y el volumen de los expedientes (en su mayoría en papel) permitieron analizar solo una muestra de los reajustes pagados.
Del contrato 2005-2009, Conavi remitió datos de 15 ajustes por conservación vial en San José y Puriscal. Se revisaron cuatro rubros y todas las facturas reconocieron alzas de entre 12% y 71%. La muestra no refleja rebajas.
En el caso del bacheo en caliente (de uso intensivo para reparar calles), el precio ofrecido en el primer contrato fue de ¢40.014 por tonelada métrica, pero se elevó hasta ¢68.262 (71%).
El asfalto representa entre el 40% y 60% del costo de reparar una calle. Las actualizaciones de costos están incluidas en los contratos y se aplican para reconocer cambios en la inflación y tipo de cambio, entre otros.
Para la licitación 2009-2014, se analizaron 93 facturas de reajustes pagadas entre setiembre de 2011 y diciembre de 2013. Las alzas fluctúan entre 6% y 19%; no hubo rebajas. La contratista cotizó la tonelada de bacheo en caliente en ¢58.964. Con el ajuste, subió a un máximo de ¢70.028.