En el 2000 se emitió por primera vez el programa Sábado Feliz, un espacio familiar que nació con la premisa de llevar sano entretenimiento las tardes sabatinas.

El 5 de agosto se cumplieron 20 años desde aquella primera vez. Pero el programa de concursos, producido por Nelson Hoffmann, y presentado por Natalia Rodríguez y Mauricio Hoffmann, que se ha mantenido en el tiempo, hoy se ve diferente. Se reinventó.

La pandemia provocada por el nuevo coronavirus que tanto dolor ha causado en el mundo, en vez de acabar con este veterano espacio le dio la oportunidad de renovarse. Para Nelson Hoffmann, productor de Sábado Feliz, la coyuntura actual ha tenido sus partes buenas y también complicadas. Todo ha sido un proceso de adaptarse y de aprender junto a la audiencia.

Entre lo positivo está la bondad de la tecnología que facilita el contacto con un público que por las medidas sanitarias y de distanciamiento social no tiene permitido acercarse a un set de grabación. Ahora, mediante llamada o Zoom, familias de todas partes del país pueden participar en los diferentes concursos. Antes, por la dificultad del traslado, los participantes eran generalmente vecinos de Pavas o La Sabana.

En los contras, Hoffmann encuentra que muchas veces hay quienes no tienen la aplicación de Zoom o no la saben utilizar.

“La gente se inscribe a través de Facebook. Ha sido un éxito. La aceptación ha sido bien grande. La semana pasada había más de 50.000 personas queriendo participar”, cuenta don Nelson.

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En Facebook, hay publicaciones que superan los 2.000 comentarios de personas que quieren ser parte de concursos como el de Refranes, Los mentirosos, y por supuesto, el Minuto Palí, entre otros.

La audiencia también ha aumentado, cuenta don Nelson, quien defiende que en 20 años, su programa de las tardes (de 2 a 4 p. m.) siempre ha ocupado el primer lugar en la franja en la que se presenta, salvo cuando pasan fútbol internacional.

“Pienso que sí (ha aumentado la audiencia). Sobre todo en el asunto de que cuando hay limitaciones de no salir, una gran cantidad de personas se queda en casa. Mucha gente dice que va a encender la tele y ver el programa. Siento que a veces la gente que no nos veía, nos ve”, comenta.

La retadora experiencia

La experiencia de hacer televisión en tiempos de coronavirus ha sido retadora para Hoffmann, quien en 20 años de Sábado Feliz, y en toda su historia televisiva de más de cuatro décadas, jamás vivió un reto similar.

“Doy gracias a Dios de que a los 70 vivo esta experiencia profesional. Creí que las había vivido todas. Para mí ha sido un regalo tener retos, la vida es de retos. Había que reinventarse y que el público nos acepte es gratificante. Machacando cabeza vino la opción de hacer el programa telefónico, luego encontramos Zoom, encontramos la fórmula. Ahora vemos todos los concursos desde la virtualidad”, contó.

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Para don Nelson también es satisfactorio poder, a través del programa, dar premios que ayudan a las familias en estos tiempos difíciles. Por ejemplo, el aclamado Minuto Palí viene con doble premio. La familia que gana (se enfrentan dos en un concurso de memorias y una resulta victoriosa) puede llegar y en 60 segundos llenar su carrito de compras. Al final, Mamá Lucha, personaje del supermercado, llega con otro carrito lleno de alimentos para la familia.

Sobre si considera que los cambios en la televisión generados por la covid-19 se transformaron en un aliciente para su programa, Hoffmann cree que realmente este virus ha significado una oportunidad de reinvención para quien lo quiera aprovechar.

“Es cuestión de iniciativa”, añade.

Otra de las novedades que acompañan y ha sido valorada por la audiencia de los sábados, es la inclusión del segmento Hola Juventud. En 30 minutos, don Nelson acompañado de su hijo Mauricio repasan lo mejor de los clásicos musicales.

“Desde hace mucho la gente me pide que haga Hola Juventud, pero no estoy en condiciones de hacer un programa largo. Han pasado muchos años. En este espacio de Sábado Feliz presentamos cinco o seis videos por semana”, agregó.

“Es un orgullo”

El presentador Mauricio Hoffmann, quien ha visto crecer su carrera junto a Sábado Feliz, afirma que es un logro mantener un programa por tanto tiempo al aire, principalmente, en los tiempos actuales.

“Es un gran orgullo, la verdad. Y un logro tener dos décadas de entretener y de dar a la gente la oportunidad de ganar

“En tiempos de cambios tan abruptos, sobre todo para la televisión, no queda más que empezar a adaptarse. Gracias a Dios está la tecnología. Gracias a ella, un programa como el nuestro que necesita del público, nos hemos podido mantener activos de esa manera. Es una gran aliada para mantener ese contacto con las familias”, agregó Mauricio, quien ha estado en el programa desde el inicio y a partir de allí, se le han abierto las posibilidades de ser figura de otros espacios de Teletica.

El próximo sábado 29, Sábado Feliz tendrá un programa especial en el que celebrarán sus 20 años. Solo que esta vez, la pandemia no permitirá que compartan el queque de la celebración con el público, como lo han hecho durante muchos años.