Nadie dijo que las mamás debían ser perfectas y la televisión se complace en recordárnoslo... bueno, con bastantes exageraciones de por medio.
Doña Florinda, Mona Simpson, Lois Griffin, Peggy Bundy y doña Tere (la dueña de la famosa pensión) son solo algunos casos de esas progenitoras que tienen relaciones con sus hijos de las cuales a veces salen más anécdotas bochornosas o incómodas antes que recuerdos por destacar.
Sus hijos, quienes a veces son víctimas de sus ocurrencias y errores, saben y aceptan que ellas jamás dejarán de ser sus madres.
Desinteresadas y despistadas, o más bien exageradamente melosas y alcahuetas. Así estos personajes se ganaron el corazón de la audiencia desde series como El Chavo, Los Simpson, Padre de Familia, Matrimonio con hijos y La Pensión .
Estas madres son queridas por las audiencias, aunque no por eso igual de respetadas por sus retoños. Lo cierto es que si ellas se apegaran a la tan sobrevalorada “normalidad”, los ratos con el control remoto en la mano serían mucho menos divertidos.
Por eso, en este Día de la Madre, decidimos hacer un recordatorio de esas madres que poco se parecen a las de los anuncios de electrodomésticos. Aquellas que –en medio de todo– y a veces a costas de sus hijos, nos han dado grandes lecciones desde la pantalla chica.