Si alguien me hubiera dicho que iba a disfrutar una seria de comedia protagonizada por una coqueta zombi a la que le encantan los batidos de sangre y devorar kilos y kilos de carne humana fresca, muy probablemente me le hubiera reído en la cara. ¡No soy lo más carnívoro para la televisión! Los manjares gore no son lo mío... hasta que Drew Barrymore reapareció en el 2017.
¿Qué pasó en ese año? Algo insospechado para mí: Netflix puso en su servicio de streaming la serie Santa Clarita Diet, con Barrymore a la cabeza.
Pues sí, la serie la empecé a ver solo porque era protagonizada por Barrymore: siempre me he sentido atraído por sus proyectos en cine por ser la niña de la que me enamoré en los años 80, cuando la vi por primera vez en E.T., el extraterrestre.
Así que me aventuré a ver los primeros capítulos de esta serie. Aunque al principio casi muero del asco, y después de que mis pupilas se acostumbraron a la sangre, me fui enamorado de sus personajes y de la situaciones jocosas que suceden alrededor de una familia que trata de llevar una vida normal a pesar de tener una mamá zombi.
Si no la han visto, ya lo adivinaron: la madre zombi llamada Sheila es Drew Barrymore.
Esa es la premisa de la serie y el dilema que había que resolver en la primera temporada. Para esta segunda temporada –que se liberará en Netflix este viernes 23 de marzo– ya no solo tendrán que aparentar ser una “familia normal” en los suburbios de Los Ángeles, sino que buscarán controlar los cada vez más intensos instintos de Sheila por comer carne humana.
En esta sangrienta aventura la acompañan Joel (Timothy Olyphant) y la hija de ambos, Abby (Liv Hewson). Hay que reconocer el trabajo interpretativo de Olyphant, que hace el papel de un esposo completamente enamorado, y que está dispuesto a cualquier cosa por ver saciados los instintos carnívoros de su esposa. Él definitivamente le da el toque cómico a la serie entre tanta sangre y pedazos de carne.
Y si por el tráiler podemos deducir lo que veremos en estos nuevos capítulos es mejor que se prepare. Tendrá que soportar escenas cada vez más sangrientas y viscerales para disfrutar de la situaciones jocosas de la familia Hammond. De mi parte, mi estómago está preparado para resistir la Santa Clarita Diet. ¡Bon appetit!