En Costa Rica, todo comenzó con El cartel de los sapos ; le siguieron Sin tetas no hay paraíso , Sin senos no hay paraíso , Las muñecas de la mafia, El Capo , Rosario Tijeras , La reina del sur y, más recientemente, fueron La prepago y la exitosa Escobar: El patrón del mal . La receta de las narconovelas o series basadas en la historia del narcotráfico, que los dos canales más grandes del país están ofreciéndole al televidente, no se acaba.
Hoy por la noche, Teletica y Repretel apuestan por seguir con esta exitosa fórmula, y aunque a muchos televidentes ya les puede parecer excesiva, las historias de narcotraficantes, sus amantes, negocios, familia y relatos personales siguen atrapando la atención.
El estreno de El Señor de los Cielos y de la secuela de El Capo se presentarán a la misma hora y generará una competencia fuerte entre ambas televisoras.
El Capo 2 lo transmitirá canal 6, a las 10 p. m. “Con El Capo tuvimos la primera parte y le debemos al público la segunda temporada. El público 100% adulto lo ha solicitado mucho”, explicó Annette Mejías, jefa de programación de Repretel.
Según Mejías, el interés de Repretel no es buscar solo narconovelas; su objetivo es mostrar historias exitosas de muy buena calidad.
“Buscamos materiales que tengan un mensaje. Tratamos de poner algo en canal 6 que le deje un mensaje al público”, dijo Mejías.
El Señor de los Cielos se presentará también, a las 10:00 p. m., por canal 7. “Tenemos muy buenas expectativas sobre El Señor de los Cielos , es una buena novela y será del agrado del público”, comentó Jorge Garro, gerente de Teletica.
“Por otro lado, tanto en series como en novelas, hay modas. El narcotráfico es un tema vigente y hay muchas historias alrededor de esta problemática social, por lo que desde hace algunos años están haciendo este tipo de producciones televisivas”, agregó.
¿Las narconovelas? Algunos términos como “traquetear”, “patrón”, “billete” “hembritas” o “prepagos” son muy comunes en este tipo de producciones.
El dinero lo mueve todo y para generarlo se dedican a dos cosas: el narcotráfico y a eliminar del camino a cualquiera que se los quiera impedir. Es así de “fácil”.
Sin embargo, más allá de ver a sicarios, a hombres armados “hasta los dientes”, lujosas casas y carros o hasta las mujeres más hermosas, las series y novelas del narcotráfico se convirtieron, desde el 2006, en la ventana para enterarse de una realidad que ha sufrido el mundo desde hace muchos años.
Colombia, México y EE. UU. fueron los países que, por medio de las grandes cadenas de televisión, se lanzaron a mostrar estas realidades en la pantalla chica. La primera gran producción fue Sin tetas no hay paraíso , en el 2006, producida por Gustavo Bolívar, para Caracol.
Después del éxito de la historia de Catalina y su deseo por aumentarse los senos para ser novia de los narcos, la lluvia de culebrones fue en ascenso.
La Universidad Javeriana de Cali , en Colombia, realizó un foro en el 2010 sobre las narconovelas, para analizar tanto la cantidad como el contenido de este tipo de producciones televisivas.
En dicho foro se afirma que la narconovela nace del contexto histórico de la TV colombiana, y que los contenidos obedecen a la competencia. Según los panelistas, los productores se dan cuenta de que para competir tienen que generar este tipo de producciones. “La televisión colombiana mira hacia el país para vender, en primera instancia, por razones competitivas”, concluye el informe.