Mirando hacia atrás, Ringo hizo lo correcto en muchas cosas. A diferencia de Paul McCartney, no optó por la omnipresencia mediática. Sus apariciones son más bien escasas y uno suele alegrarse cuando lo hace. Barba, gafas de sol, anillos, amplia sonrisa, como siempre. Ringo sigue siendo Ringo.
En The Beatles, este hombre de baja estatura siempre estuvo a la sombra de los grandes egos de John y Paul. Sin embargo, por lo que se sabe nunca le importó. Igual que a los
Mientras John Lennon declaraba que The Beatles eran más populares que Jesús, Ringo temió mucho tiempo el rápido fin del éxito. No confiaba en la magia y al comienzo enviaba obedientemente el dinero a su tía y le pedía ahorrar para el futuro. Luego quiso abrir una peluquería en Liverpool.
Ringo siempre fue consciente que debía su fama a una serie de afortunadas casualidades. Si su padre no le hubiera regalado una batería para Navidad, probablemente se habría convertido en un empleado postal. Y si su abuela no hubiera intentado convertir al zurdo en diestro, jamás habría desarrollado el famoso ritmo Ringo. Aunque no todos estaban impresionados: "Mi perro toca mejor la batería", aseguró Mohammed Ali.
Ringo "the Nose" fue el último en sumarse a los Beatles, poco antes de lograr el éxito. A nivel artístico siempre estuvo a la sombra. No compuso ni cantó hasta "With a Little Help From My Friends". A veces declaraba tener en la cabeza una melodía que sonaba a éxito, pero apenas tocaba algunos compases, John y Paul sentenciaban que ya existía hace mucho tiempo. "Aparentemente lo había escuchado en la radio y lo había compuesto nuevamente de forma inconsciente".
Actualmente Ringo está de gira veraniega por Estados Unidos y goza de la vida, según dice en entrevistas. Y si vuelven a preguntarle cuando se retirará a Liverpool, responde con una sonrisa diciendo que pronto.