Aun cuando el diseño nacional –en cuenta la moda– ha crecido en años recientes, queda todavía mucho camino por recorrer.
Juan José Jiménez, director del Costa Rica Fashion Week, comenta que “una de las mayores debilidades que tienen los negocios textiles en general, en Costa Rica, es la falta de una cadena de aprovisionamiento”.
Jiménez se refiere a fuentes de proveeduría de insumos: “Los materiales que a veces usa el diseñador tico son traídos en pequeñas cantidades desde el exterior, o son comprados aquí pero con una calidad menor”.
Por su parte, la modelo y empresaria Leonora Jiménez, quien es la organizadora del Mercedes-Benz Fashion Week, asegura que “la industria se ha desarrollado, pero seguiremos limitado, incapaces de alcanzar nuestro verdadero potencial, hasta que el gobierno no aplique las leyes necesarias para hacer que en este país existan los insumos necesarios y con más acceso para que los diseñadores puedan trabajar”.
Como Juan José, Leonora acusa la dificultad para conseguir telas y materiales.
Quijotada. Erykah Zeledón fundó en el 2011 Collage Diseño, su propia marca. Aunque no se limita a la moda, la ropa y los accesorios son parte de su oferta.
Consciente de las dificultades a las que se enfrenta de entrada el diseño nacional, Zeledón decidió dedicarse exclusivamente a su proyecto. Como una forma de lidiar con los problemas para distribuir sus productos, Zeledón decidió desafiar las posibilidades: abrió Apto. 734, su propio espacio de exhibición, en la cochera de su casa, en el barrio Amón.
“Se necesita gestionar más espacios por parte del Estado y reconocer al diseñador como agente de cambio no solo en la parte creativa; además, aporta y mejora la economía del país como cualquier otro profesional”, aseveró Zeledón.