Una nueva publicación de The New Yorker publicada este lunes, y escrita por Ronan Farrow, reveló cómo el productor Harvey Weinstein intentaba callar a sus víctimas para que no lo acusaran de acoso y abuso sexual.
En el reportaje, Farrow escribe que Weinstein contrató a agencias de seguridad privada para investigar tanto a las mujeres que acosaba como a periodistas que intentaban exponer las denuncias.
El comunicador afirma que tiene documentos y declaraciones de siete personas involucradas en las acusaciones que confirman su investigación. De acuerdo con Farrow, el productor contrató a la empresa estadounidense de inteligencia Kroll, y a Black Cube (con sucursales en Tel Aviv, Londres y París) que es dirigida por exoficiales del Mossad israelí (que ha sido responsable de recopilación de inteligencia, acción encubierta, espionaje y contraterrorismo).
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Uno de los trabajos contratados por Weintein fue en contra de la actriz Rose McGowan, quien finalmente lo denunció por violación. Con la artista se entrevistó un agente encubierto haciéndose pasar por defensor de los derechos de las mujeres y en cuatro reuniones que tuvieron grabó secretamente los encuentros.
El mismo agente también se reunió con un periodista que conocía sobre los hechos para averiguar, mediante una identidad falsa, la información que poseía el comunicador en contra del productor, afirma la publicación de The New Yorker.
La intención de Weisntein era detener de cualquier manera la publicación de los abusos. Para ello mandó a realizar hasta perfiles psicológicos y sexuales de sus víctimas. Además, buscó la ayuda de exempleados de su empresa para que recopilaran la información e hicieran llamadas intimidantes a las mujeres; todo esto bajo la supervisión constante del propio Weinstein.
Durante un año, Weinstein intentó silenciar las acusaciones, mientras que las víctimas se sentían atemorizadas. McGowan dijo que las agencias y bufetes de abogados permitieron el comportamiento de Weinstein. Mientras era atacada, sintió una creciente sensación de paranoia. "Fue como la película 'Gaslight", le dijo la actriz a Farrow. "Todo el mundo me mintió todo el tiempo", agregó.
Además, cuando un reportero de New York quiso indagar en la historia de acoso de Weinstein, un operativo israelí posó como una fuente y según el reportaje, la empresa de detectives también recopiló información de la esposa del periodista para "definir su estrategia de respuesta" cuando el artículo saliera a la luz.
Por su parte, la actriz Anabella Sciorra también afirma que fue hostigada, y Farrow revela sospechas de que bajo órdenes de Weinstein vigiló al famoso reportero fallecido David Carr, quien por muchos años escribió artículos críticos del magnate.