En el primer año que no cubrió el anuncio de los Premios Nacionales, la periodista Natalia Rodríguez tuvo el sobresalto más grande: a través de un tuit se enteró de que su trayectoria en la comunicación cultural será reconocida con el premio Joaquín García Monge.
“La verdad yo no lo esperaba”, dice al recordar que toda su carrrera se desarrolló en el medio digital Red Cultura , el cual, reconoce, no tiene el mismo peso que un periódico o un canal televisivo.
Rodríguez se unió al primer sitio de comunicación cultural que tuvo el país hace 12 años y aunque hoy ya no trabaja como reportera o directora de dicho medio, está convencida de sus posibilidades para seguir haciendo comunicación cultural, ahora desde su puesto como directora ejecutiva de la Asociación Cultural Teatro Espressivo.
“El hecho de que ya no esté en Red Cultura no significa que ya no hago comunicación cultural; la sigo haciendo: tengo mis redes sociales, tengo aquí (en Espressivo) un lugar donde desarrollarlo”, afirma.
“La contribución al área continúa porque la verdad es que esta es mi profesión”, agrega la periodista, quien sigue teniendo parte activa de Red Cultura como socia.
Pese a las dificultades de financiamiento de un medio de ese tipo, Rodríguez recordó su contribución 10 años atrás, cuando tuvo que buscar una ruta alternativa para que el sitio sobreviviera.
“(Cultura) es un sector con un gran producto (...); lo que faltaba era aprender a comunicarlo mejor”, comenta. “Nos convertimos en una agencia de comunicación cultural que a lo largo de 12 años ha tenido una enorme cantidad de clientes del sector público, del privado, del independiente”.
“Para el sector cultura pagar las tarifas que cobran muchas de las agencias es imposible, y nosotros lo sabíamos. Entonces siempre ofrecimos mejores precios porque sabemos que es un sector que no puede. O sea, yo también soy bailarina (...) y sé que jamás voy a poder pagar $1.500 por una gestión de prensa”, agrega Rodríguez, quien desde pequeña tuvo inclinación por las artes.
Rodríguez reconoce que, a lo largo de la historia de Red Cultura hubo meses con números rojos. Empero, no se arrepiente de haber continuado su sueño.
“Un premio como este es importante porque reconoce el trabajo de la gente que no se deja ir por ese mainstream . Para mí hubiera sido muchísimo más fácil irme a trabajar a un periódico o a la tele , porque las oportunidades las tuve, que seguir de jupona con Red Cultura ”, afirma.
“Al periodismo cultural algunos lo ven con un poco de desdén. Se le ve como la Cenicienta del Periodismo: de todos los géneros, el más menor, el más fácil, que es solo decir cosas lindas. Eso no es verdad”, asegura. “Es un periodismo tan complejo como lo puede ser el de política o Economía. Requiere mucho contexto, mucha preparación, mucho bagaje”.