Una esfera precolombina costarricense que se exhibe desde el 2006 en el Museo del Quai Branly en París, Francia, permanecerá ahí por tres años más.
Así lo confirmó a
La esfera de piedra –que mide 1,20 metros de diámetro y pesa más de una tonelada– pertenece a la colección del Museo Nacional y se exhibe en el Museo del Quai Branly como parte de un convenio de préstamo entre ambas instituciones.
“La esfera está ubicada en el vestíbulo del museo, en un lugar estratégico pues le da la bienvenida al público. Desde su apertura, en el 2006, el Museo Quai Branly ha recibido 1,5 millones de visitantes por año, de modo que esta magnífica pieza ha podido ser apreciada por personas de todo el mundo”, comentó Martin.
De acuerdo con el experto, la esfera genera curiosidad entre los visitantes por sus dimensiones y por su enigmática forma.
“Está colocada sobre un gran soporte de madera y los visitantes suelen sentarse al pie de la esfera y comentar sobre ella. Para mí, un museo es un espacio para aprender, pero también para soñar”, dijo.
Para Martin, las esferas precolombinas costarricenses generan una fascinación tal que las hace únicas. “Su forma circular es un símbolo universal, además de que es un diseño simple y sofisticado al mismo tiempo. Es impresionante el dominio de la técnica en estas culturas de la zona del Diquís para fabricar una esfera perfecta cuando no existía el hierro o herramientas tecnológicas como las que conocemos hoy”, opinó Martin.
El pasado lunes, funcionarios del Museo Nacional guiaron a Martin en una visita al sitio arqueológico Finca 6, en Osa, Puntarenas, para conocer estos objetos precolombinos en su contexto original.
El experto aplaudió la iniciativa promovida por el Museo Nacional de crear el Parque de las Esferas y calificó el estado de conservación de las piezas como “adecuado”. “Costa Rica tiene la gran responsabilidad de preservarlas”, agregó .