17 privadas de libertad y sus niños disfrutaron de 'Las aventuras de Tío Conejo'

Esta es la primera ocasión en la que los pequeños salen del módulo materno infantil para acudir a una actividad cultural junto a sus madres.

En sus manos llevaban un brazalete fosforescente que las identificaba como "invitadas especiales" y lo fueron: ellas se levantaron temprano para alistarse junto con sus pequeños y dejar por unas horas el CAI Vilma Curling, centro penitenciario en el que descuentan sus penas.

Pocas veces las reclusas tienen la posibilidad de dejar su encierro; por esa razón era tan emocionante verlos disfrutando de la libertad que brinda el arte: una en la que se ríe, se reflexiona, se juega y se agradece por sentir la brisa desde otro ambiente.

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Ellas, sus hijos y cien niños del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), fueron invitados al estreno de la serie Las aventuras de Tío Conejo con un total de 12 capítulos, basados en el libro de Los cuentos de mi tía Panchita de la escritora Carmen Lyra. Este trabajo es una coproducción del Centro Costarricense de Producción Cinematográfica del Ministerio de Cultura y Juventud y Casa Garabato.

La función de los cortos animados tardó cerca de una hora. Mimetizados entre las cortinas negras que oscurecían la sala, quince custodios permanecían atentos a cualquier necesidad de los hijos de las reclusas. Lo único que aconteció fueron las carcajadas de las madres y sus pequeños cuando veían las ocurrencias de Tío Conejo.

Día especial

Para que las mujeres y sus niños disfrutaran de este día lleno de emociones, la gestión de público del FIA, a cargo de Teresita Borge, y el Ministerio de Justicia y Paz tuvieron que coordinar durante cerca de dos meses. Las privadas de libertad no creían que les iban a dar la oportunidad de salir de su encierro.

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Con un hermoso tutú rojo y una vincha pomposa, la pequeña Maidelyn Baltodano, de dos años, bailaba al son de la música que amenizaba la presentación del Circo Zoe de Italia, en la explanada de la Antigua Aduana.

Su mamá, Katherine Baltodano, de 26 años, la veía con esperanza y alegría.

"Nunca me habían permitido salir con mi bebé, para mí este es un día especial. Mis compañeras están contentas. Yo tengo tres años de estar reclusa y es la primera vez que puedo disfrutar de algo así en compañía de mi hija", dijo.

Por algunos segundos, Katherine no habló, las palabras no podían describir el momento que vivía junto a su pequeña bailarina.

"Yo tengo tres niñas más, de tres, cinco y siete años. Ya las separaron de mí. Realmente este día es increíble porque puedo vivir con Maidelyn algo que el encierro no nos había permitido", contó.

Grettel Delgado, de 22 años, también disfrutó de los cortos animados y de la presentación circense. Ella también celebraba la oportunidad de "salir a la calle" con su hija, Solange Gómez.

"Tengo dos años de estar presa y esta es la primera vez que puedo salir con ella. Ella entró conmigo (a la cárcel) cuando tenía dos meses (actualmente tiene dos años). Cuando nos dijeron que nos iban a dar esta oportunidad, yo le conté a mi chiquita, ella estaba feliz y me decía: 'mamá voy a salir con usted'. Estoy muy contenta con esta experiencia", dijo.

Delgado tiene seis meses de gestación. Con entusiasmo mencionó que su segundo hijo será un varón.

La organización procuró tener un ambiente ameno y brindar todas las facilidades para que las invitadas y sus niños recordaran el día gratamente. Rita Salvatierra, llegó con su pequeño Yurum Trejos, quien en dos días cumplirá tres años. Este paseo junto a su mamá es algo que ella toma como "una despedida", pues cuando los niños llegan a esa edad deben dejar el centro penal y ser reubicados con sus familiares, o bien, en algún albergue del PANI.

"Él se queda con mi hermana y con el papá. Este día es especial porque de todo el tiempo que tengo de estar en prisión nunca han sacado a los hijos con sus mamás para compartir con ellos. Tuve la gracia de que esto pasara dos días antes de que él egresara de la cárcel. Esto lo tomé como una despedida", dijo Salvatierra de 34 años.