Ya no es tan cotidiano, pero cada vez que el Viejo Oeste vuelve al cine, la mente de muchos vuela a pueblos polvorientos, elegantes trajes de vaquero y trepidantes persecuciones en veloces bestias.
¡No hay duda! Entre “indios” enfurecidos, tiroteos y acción provocadora, estos filmes tienen un singular pegue, más allá de que muchos vaticinen su agonía.
Entre los años 40 y 60 se hacían unos 140 western al año; ahora estos filmes son eventos aislados y los remakes de sus clásicos escasean aún más. Los números parecen hablar claro de su decadencia, pero quienes recientemente han osado modernizar o rehacer estas historias casi siempre han salido airosos.
Valor de ley ( True Grit , 2010) – filme de los hermanos Coen que obtuvo 10 nominaciones al Óscar–, y 3:10 to Yuma (2007) –cinta de James Mangold con dos candidaturas a la estatuilla dorada–, son ejemplos de remakes nuevos y de buen ver en la meca del cine.
Para varios expertos, incluso, ambos largometrajes habrían superado a sus originales y eso es mucho decir.
En el 2016, a la reducida lista se suma Los siete magníficos (2016), de Antoine Fuqua, remake que se estrena hoy en los cines ticos basado en una película homónima estrenada en 1960, en ese entonces estelarizada por figuras como Steve McQueen.
Desde ya, gracias a una crítica medianamente favorable –, la cinta de Fuqua se aleja de los fantasmas creados por El llanero solitario (2013), que con Johnny Depp en su reparto es el remake vaquero más desastroso de la última década. El lunar en la sopa, pues nada podía ser perfecto.
La nueva versión de Los siete magníficos , que clausuró el Festival Internacional de Cine de Venecia, ubica su acción en el poblado de Rose Creek.
LEA MÁS: Denzel Washington condimenta cada filme y muere por la adrenalina
En ese lugar sus habitantes están atemorizados por el control despiadado que ejerce un amenazante Bartholomew Bogue (Sarsgaard), comerciante industrial que no tiene ningún tipo escrúpulo. La corrupción es su bandera y su forma de oprimir.
“Él es el instigador, el tipo que estableció las crueles reglas que hicieron del poblado un lugar inhabitable. Él se siente más importante que cualquier cosa, una especie de narcisista sin remordimientos”, dijo Sarsgaard sobre su personaje.
La situación es tan desesperante que el condado entero decide contratar a siete forajidos para terminar con la amenaza: Sam Chisolm (Denzel Washington), Josh Faraday (Chris Pratt), Goodnight Robicheaux (Ethan Hawke), Jack Home (Vincent D´Onofrio), Billy Rocks (Byung-Hun Lee), Vasquez (Manuel García Rulfo) y Red Harvest (Martin Sensmeier).
¡Cuidado con ellos! Son tipos duros, cazadores de recompensas, jugadores y pistoleros a sueldo. Todos cargan con una historia, preocupaciones y motivaciones diferentes.
“Una persona está ahí porque tenía un sueño. Una persona está ahí debido a que perdió a su familia. Una persona está ahí por un amigo. Una persona está ahí porque tiene un secreto que no revela. Una persona está ahí simplemente porque no sabe qué otra cosa hacer”, explicó Pratt.
Pronto, los siete descubrirán que están luchando por algo más que el simple dinero. Es allí cuando la misión toma matices solidarios y la justicia adeptos.
“Ninguno está ahí por razones éticas, pero accidentalmente se encuentran haciendo lo correcto, se sienten bien y esto los impulsa”, agregó Pratt.
Para Roger Birnbaum, productor del filme, hay en la cinta existe un manejo profundo “de la generosidad y el sacrificio personal. Hacen algo sin egoísmo para ayudar a una comunidad y no ganan absolutamente nada”.
El alma de Los siete samuráis , (1954) de Akira Kurosawa, se ve reflejada con fuerza en ese angular detalle. En esa obra maestra, que dio origen a Los siete magníficos de 1960, sus justicieros daban la vida por proteger una aldea, solo a cambio de comida y techo.
De todos lados. Si usted va a ver Los siete magníficos , de Fuqua, hay un detalle que definitivamente no se le podrá escapar. Antes, los héroes de los westerns eran forajidos blancos, nada más; ahora, no necesariamente.
Fuqua se aventura e incluye en su elenco estelar a un afroamericano (Washington), un latino (Manuel García) y hasta un asiático (Byung-Hun Lee).
También hay una mujer – Emma Cullen (Haley Bennet)–, enlace clave entre la banda de justicieros y el pueblo de Rose Creek.
Sobre esto, el diario El País publicó: “Es un producto de laboratorio pensado para tiempos de corrección política, destinado a seducir a todos los segmentos demográficos que conforman su público potencial. Una necesidad creciente en Hollywood: la de seducir a un máximo número de audiencias y mercados”.
Además, a diferencia de la cinta de los años 60, ya no son un grupo de mexicanos los que piden ayuda para protegerse de la opresión, “sino que son estadounidenses de pura cepa, eliminando así la incómoda relación de subordinación que existía en el original”, agregó El País .
Los siete magníficos (2016) se exhibe en los cines ticos en formato 2D, 4DX y Imax. Solo es apta para mayores de 15 años.