Un ejército de 300 personas con cascos de seguridad trabajan en el desmontaje del Grand Chapiteau, la carpa que el Circo del Sol, instaló en Hacienda Espinal.
La tarea comenzó ayer, una vez que concluyó la última función que la agrupación dio en el país, comentó Arlette Arroyo, productora en Costa Rica del espectáculo.
La tarea tomará cuatro días. Para realizarla serán necesarios 16 montacargas, seis grúas y 68 contenedores, en los que viajará el equipo técnico, las butacas, el vestuario, los camerinos, la cocina, el equipo de fisioterapia y, hasta, las casetas de baño que trajo la compañía.
Según explicó Arroyo, para poder sacar esta tarea adelante en Hacienda Espinal se instalará un servicio de comida para todas las personas que participen en este proceso. Para la hidratación del personal se llevará hasta el lugar cerca de 5.000 botellas de agua.
Una vez que todo esté listo “el equipaje” del circo viajará por vía marítima hasta México.
Allá los esperan dos temporadas más: una en Guadalajara, Jalisco, que comenzará el 14 de agosto, y otra en el Distrito Federal, que se iniciará el 19 de setiembre.
De ahí, Varekai regresará a Montreal donde abandonará su carpa y se convertirá en un espectáculo que, en adelante, se presentará bajo techo, comentó Pascale Ouimet, relacionista pública del circo.
Satisfechos. Tanto para la producción local como para la del Circo del Sol, la visita a Costa Rica tiene un balance positivo.
No solo se los dicen las 106.000 personas que acudieron a ver las funciones, sino que, según ellos, no se toparon con ninguna dificultad para presentar los shows .
“Trabajamos con mucha camaradería: hemos estado bien en los hoteles, los artistas han tenido muchas opciones qué hacer en el país; el tiempo se pasa rápido cuando todo sale bien y aquí sucedió así. Para mi, esta oportunidad fue como regresar a esa época en la que nos presentábamos por primera vez en un país, es muy significativo”, aseguró Ouimet.
Por su parte, Arroyo aseguró que luego de esta temporada se demostró que Costa Rica está preparada para recibir grandes shows .
“En mis 20 años como productora técnica he vivido muchísimas experiencias, pero esta se sale de todo parámetro”, comentó.
La productora explicó que cuando se hace un concierto, este se produce durante una semana, el espectáculo se presenta una noche y ahí acabó la experiencia. Eso no ocurre cuando se trata de una compañía como el Circo del Sol.
“Este es un trabajo de ocho meses que se sale de todos los parámetros, porque en un concierto se contrata un montacargas y una grúa y vienen cinco contenedores, pero aquí todo se triplica: el equipo es de 140 personas de todo el mundo, son más de 70 contenedores; decenas de montacargas, grúas, todo con una gran planificación”, acotó.
Arroyo, quien ha trabajado en la producción de los conciertos de Ricardo Arjona, Alejandro Sanz, Red Hot Chili Peppers y Slayer, concluyó: “La visita del Circo del Sol marcó un precedente bastante importante para el país”.