Cuando se trata de atracciones mecánicas hay dos tipos de personas: las que no pierden tiempo y se suben en todo lo que puedan sin miedo alguno, y las que prefiere ver, grabar y sostener los maletines antes de montarse en algún juego.

Si usted es de las primeras, que prefiere salir corriendo a subirse a todos los juegos, especialmente a los más fuertes, en La Teja nos fuimos a zapotear para mostrarle cuáles son los más extremos del campo ferial de Zapote.

El martillo

Tradicionalmente, el martillo es uno de los juegos mecánicos que más atemoriza a medio mundo en Zapote, ya que le saca los gritos agudos hasta al más valiente.

El juego consiste en una especie de martillo que se mueve de lado a lado como un péndulo, y que a medida que se impulsa sube cada vez más arriba hasta dar la vuelta completa.

El Inverter

Si hay un juego que sacude bastante las cabezas es el Inverter, el cual se mueve de lado a lado y conforme va tomando velocidad y sube, al mismo tiempo los asientos giran sobre su eje, para caer al otro lado; es decir, son vueltas y vueltas sin parar.

Este es uno de los juegos más extremos que, definitivamente, le apaga las luces a más de uno que va viendo todo al revés.

El Zipper

El famoso Zipper es uno de los juegos más viejillos, por lo menos en Zapote no puede faltar; sin embargo, sigue siendo uno de los preferidos porque si hay algo que da vueltas es esta atracción que no pasa de moda.

De hecho, el Zipper es un juego que va dando vueltas sobre su eje; la particularidad es que quien lo maneja puede cambiarlo de dirección, sin que quienes estén montados puedan prevenir cuando cambiará su sentido. A esas vueltas seguidas se le suman los giros del carrito en el que se suben dos personas, quienes giran y giran sin cesar.

Las sillas voladoras

Este es otro de los juegos mecánicos que más asusta a la gente en Zapote y que, tradicionalmente, es un llenazo, porque quienes se suben tienen una impresionante vista del campo ferial gracias a la gran altura que tiene este juego.

El juego de las “Sillas Voladoras” consiste en un mecanismo que da constantes vueltas sobre un mismo eje mientras varias sillas cuelgan de cadenas, lo que da la sensación de volar en cuanto arranca el juego, ya que va subiendo hasta llegar al tope.

En el campo ferial de Zapote hay más de 40 atracciones mecánicas para escoger, unas menos fuertes que otras, o mejor dicho, menos extremas que estas para que aproveche y disfrute con familia, amigos o en pareja.

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Para que le haga números, los juegos de Play Land Park, que se ubican contiguo al Instituto Nacional de Seguros, tienen un costo para adultos de ¢2.000 mil colones y para los niños ¢1.500.

Por otro lado, en Diversiones Stop, que son todas las atracciones alrededor del redondel, el costo para subirse en lo que más le guste es de ¢1.500 para adultos y niños.

En el campo ferial hay boleterías donde se venden los tiquetes para las atracciones que usted prefiera.

Ahora sí, es hora de dejar el miedo y animarse a subir a estas atracciones mecánicas tan extremas.