Una bailarina de ballet danza en el escenario del Teatro Nacional, no lo hace para un espectáculo cualquiera, sino para ayudar a la cátedra de Física de la Universidad Estatal a Distancia (UNED) a explicar conceptos de esa materia con ayuda de un software.
La iniciativa fue de Diana Herrero, coordinadora de esa cátedra, quien se acercó al laboratorio de fabricación de la UNED, el Fab Lab Kä Träre, con la idea de desarrollar un material que permitiera a los universitarios adquirir conocimientos de una forma interactiva.
Aunque inicialmente Herrero había pensando en una simulación, luego de una reunión entre ella y algunos integrantes del equipo del Fab Lab: el programador Esterlyn Quesada, el productor Esteban Campos y y el diseñador industrial Farith Tabash, determinaron que la mejor forma de explicar los conceptos sería con videos e imágenes 360 y unas gafas de realidad virtual.
“Tuvimos que delimitar a Centro de gravedad y Conservación del movimiento angular (los conceptos de Física que se iban a explicar), al principio fue complicado porque no sabíamos nada de física, ni de ballet mucho menos”, recordó Esteban Campos.
Decidieron entonces crear un software diseñado para los estudiantes del curso de Física I, pero que quedaría abierto para quien desee utilizarlo, por medio gafas de realidad virtual u otras herramientas como las CardBoard de Google.
La herramienta consta de tres fases: en la primera de ellas se brinda una explicación teórica de los conceptos que se desea explicar a los alumnos.
Luego viene la etapa de observación, en la que el usuario podrá ver la coreografía y entender cómo es que se aplica la Física en los movimientos de la bailarina y finalmente viene la simulación.
En esta última etapa, los universitarios podrán experimentar ciertas posiciones, aprovechando la herramienta con la que se cuenta para mostrar el contenido, es decir, las gafas de realidad virtual para imitar los movimientos de la bailarina.
“La idea es que tuviera algo divertido e interactivo”, contó Esterlyn Quesada.
Por su parte, Diana Herrero explicó que esta iniciativa es muy interdisciplinaria “porque tenemos que ponernos de acuerdo en las características del material, según lo que nos interesa a nosotros”.
Proceso
Aunque inicialmente consideraron grabar el baile en un auditorio de la Universidad de Costa Rica, o en un estudio de televisión, Herrero planteó la posibilidad de hacerlo en el Teatro Nacional y finalmente, consiguieron los permisos correspondientes.
Esteban Campos aseguró que al principio estaba preocupado por el poco tiempo que tendrían para grabar el baile. Sin embargo, les prestaron el espacio y además consiguieron obtener las imágenes necesarias en una tarde.
Farith Tabash aclaró que la herramienta se encuentra aún en proceso, pues el montaje está en pausa mientras Diana Herrero regresa de su licencia de maternidad.
Retos
Los encargados de desarrollar la herramienta manifestaron que fue divertido,pero también significó un reto porque debieron ponerse en los zapatos del otro.
“Esteban asumió que en la introducción no había necesidad de que nosotros nos ocultáramos (ya que era un video en 360), porque pensó que era fácil desaparecer (nuestra imagen en edición), pero no lo era”, recordó Esterlyn Quesada.
Sin embargo, tras grabar las imágenes se dieron cuenta de que técnicamente no era tan fácil. “Podíamos sustituir que el fondo fuera negro, pero tampoco podíamos bloquear el movimiento de la cámara, pues la persona que usa los lentes de realidad virtual se puede marear o caer cuando esté con las gafas. O bien, manejábamos conceptos diferentes con respecto a la animación de los objetos”, dijeron.
Tabash por su parte, manifestó que nunca habían hecho una aplicación de realidad virtual con imágenes o videos en 360° y que como reto esto les resultó novedoso.
“Cuando ya teníamos los primeros videos y los estábamos probando con el visor, llegaba la misma gente del Teatro se los ponían, lo probaban y no podían creer lo real que se veía (en las gafas de realidad virtual)”, recordó Esteban Campos.
Además, según Esterlyn Quesada, también a los técnicos del Teatro les sorprendió ver los resultados tan rápidamente. “Ellos creían que iba a ser un proceso muy largo”.
Por el momento, queda pendiente la última etapa del proyecto, la de validación.