Vecinos de 11 cantones de San José capacitados para repeler inseguridad en barriadas

Vecinos de 56 comunidades de 11 cantones josefinos recibieron la mañana de este sábado la señal o rótulo que colocarán a la entrada de sus barriadas, para que quienes lleguen a la zona sepan que ahí residen personas que se han capacitado y organizado para repeler la acción del hampa.

Además de brindar conocimientos a los vecinos, el departamento de Programas Policiales Preventivos, adscrito al Ministerio de Seguridad, preparó a 89 dueños de locales comerciales de esas localidades, con el fin de que tengan herramientas que les permitan hacer frente a la delincuencia de una mejor manera y saber como actuar en caso de asalto.

Andrey León, vecino de San Juan de Dios de Desamparados, afirmó que el objetivo es recuperar espacios públicos y que, de forma inteligente, sin armas, se pueda lograr que los niños, jóvenes y adultos puedan volver a caminar y divertirse sin el temor de ser asaltados.

Igual criterio expresó Iveth Rojas, vecina de Desamparados, quien indicó que tienen grupos de redes sociales y realizan reuniones periódicas para combatir la delincuencia y lograr que sean los buenos vecinos quienes tengan el control de lo que acontece.

En la graduación, realizada en el gimnasio de la Escuela de Gravilias, Desamparados, participaron el ministro de Seguridad, Michael Soto, y el director regional de la Fuerza Pública en San José, Rándall Picado. Soto dijo que otras comunidades deben motivarse y acercarse a las delegaciones de todo el país para recibir la capacitación y de esa forma coadyuvar con los oficiales de la Policía en la lucha diaria de velar por el orden público.

Entre los que se graduaron de ese programa preventivo están vecinos de Desamparados, Montes de Oca, Goicoechea, Tibás, Alajuelita y Moravia. De igual forma, recibieron el rótulo lugareños de Coronado, Aserrí, Santa Ana, Mora y del cantón central de San José.

El plan de seguridad comunitaria tiene más de dos décadas de realizarse en nuestro país y se adapta al uso de nuevas tecnologías como el uso de cámaras de vigilancia, la creación de grupos de Whats App y un contacto estrecho de la población con la delegación policial más cercana, lo cual permite reaccionar ante sospechas de que se fragua algún delito o ante la presencia de personas o vehículos que no son conocidos en el barrio.