Cuatro personas murieron ahogadas al intentar cruzar ríos crecidos por las lluvias caídas en la última semana por la influencia de una sistema de baja presión.
Jim Batres, subdirector de Socorro de la Cruz Roja, informó de que esas cuatro muertes fueron ocasionadas indirectamente, pues las víctimas fueron arrastradas por la corriente de los ríos al intentar cruzarlos.
Segundo Dávila Dávila falleció el martes en Hacienda Pinto de Grecia, Alajuela; María Rivera Vindas murió el sábado en Quepos, Puntarenas; Ignacio Beita Reyes pereció en Potrero Grande, Buenos Aires de Puntarenas.
El último caso se registró ayer en Monterrey de Aserrí, donde murió Joan Bonilla Campos, de 24 años, tras intentar cruzar el río La Candelaria.
La Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) señaló de que más de 1.000 personas debieron ser evacuadas de forma preventiva a albergues o casas de familiares y amigos.
Hasta ayer en la tarde, 616 personas se encontraban ubicadas en 12 albergues. En Carrillo, Santa Cruz, Bagaces y Cañas, en Guanacaste, había 529 personas en nueve salones comunales y escuelas.
En San Ramón de Alajuela, 36 personas estaban albergadas en el centro pastoral, y en Piedades de Santa Ana, en San José, 51 albergados (entre ellos 25 niños) de Matinilla de Salitral.
Vanessa Rosales, presidenta de la CNE, afirmó que el costo de la atención de los afectados hasta ayer era de unos ¢230 millones.
La vertiente del Pacífico y el Valle Central se mantienen en alerta amarilla mientras que se emitió una alerta verde para la Región Huetar Atlántica.
Juan Carlos Fallas, director del Instituto Meteorológico Nacional indicó que se prevé un descenso en las precipitaciones a partir de mañana miércoles.
La desgracia ocurrió en la urbanización San Fernando, donde unas cinco viviendas más resultaron afectadas por el derrumbe.
Ayer, Pereira y su esposo aún estaban terminando de llevarse sus pertenencias a la casa de familiares en Tibás, San José.