El Tribunal Penal de Liberia reprogramó un juicio contra seis hombres, que del 1.° al 4 de junio serán juzgados por delitos contra la vida, narcotráfico y portación ilegal de armas prohibidas.
Esa banda había sido desarticulada en mayo del 2019. En diciembre del año pasado fue llevada a juicio pero, por razones que no trascendieron, el debate no se pudo realizar.
Los implicados son de apellidos Ortíz Paniagua (líder), Guzmán Córdoba, Vásquez Castellón, Flores Fuentes, Agüero Rojas y Córdoba Fallas.
Cuando se les capturó, el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Walter Espinoza, dijo que era un grupo muy violento que vendía drogas en barrios como Curime, Corazón de Jesús y Veinticinco de Julio, en Liberia, Guanacaste.
La organización también enfrentaba a balazos a bandas rivales que intentaran invadir sus territorios para la venta de droga.
“Este caso es importante para la comunidad liberiana porque era un grupo que estaba generando mucha conmoción pública y alteraba con violencia la tranquilidad. Protagonizaba enfrentamientos a toda hora y de modo agresivo y grosero, con lo que ponía en riesgo a la población”, dijo Espinoza.
Se les acusa por tráfico, transporte y distribución de cocaína, marihuana y crack, así como de sicariato y uso de armas prohibidas, principalmente en Liberia.
Para perpetrar los delitos, tenían varios vehículos, así como fusiles de asalto AK-47, cuyo uso está prohibido en manos de particulares.
La detención de los sospechosos se ejecutó en operativos realizados en Liberia, Quepos y Manuel Antonio.
Uno de los hechos que se les atribuye sucedió el 26 de enero del 2019, cuando presuntamente interceptaron en las cercanías del Hospital Enrique Baltodano Briceño, de Liberia, a un hombre de apellido Barquero, quien viajaba en su vehículo. Le dispararon en varias oportunidades y lo hirieron en un brazo, pero Barquero logró huir en su carro.
Disparaban a toda hora
Ese mismo día, aparentemente, los encartados se encontraban en un bar restaurante y tuvieron una discusión con un hombre de apellidos Barquero Rojas, a quien le dispararon dos veces en la espalda. El hombre fue trasladado grave al Hospital de Liberia, donde falleció días después.
El 20 de febrero del 2019, los imputados también atentaron contra la vida de un hombre de apellido Almendarez, quien logró sobrevivir.
El que no corrió la misma suerte fue el joven deportista Andrés Julián Bustos Fuentes, de 21 años, a quien el 11 de marzo del 2019 trasladaron hasta los Terreros, en Liberia, donde le dispararon en la cabeza y quemaron el carro dejando su cuerpo dentro.
Dos unidades extintoras de Bomberos, ingresaron a la vía de lastre para apagar las llamas.
Fue en ese momento, cuando los socorristas descubrieron que en el interior del vehículo había un cadáver.
El caso contra esta organización se tramitó en el expediente 18-002710-0060-PE.