Una niña de apenas 4 años vivía en un ambiente lleno de agresiones físicas y psicológicas en Tuetal de Alajuela. Su padrastro y mamá supuestamente la maltrataban en repetidas ocasiones, hasta que, un día de enero pasado, uno de esos golpes terminó por matarla.
Era apenas una niña, pero su vida se vio apagada por quienes, en teoría, debían cuidarla y protegerla de todo mal.
El caso de maltrato contra esta menor, quien tenía un padecimiento que le impedía caminar y hablar, es uno de los miles que han sido denunciados en los últimos siete años.
Según las estadísticas que brindó el Ministerio Público en conferencia de prensa, entre el 2014 y setiembre del 2020, la cantidad de denuncias por estos delitos se quintuplicaron.
Es decir, las autoridades pasaron de recibir 666 denuncias en el 2014 a 3.219 de enero a setiembre de este año. Entre los delitos que se persiguen están los crímenes de menores de edad, las tentativas de homicidios, lesiones y sustracciones, entre otros.
En total, en ese periodo, recibieron 11.516 denuncias en todo el país, siendo el 2020 el que más incremento ha tenido debido al confinamiento por la pandemia del nuevo coronavirus.
Esta situación mantiene preocupada a la fiscala general Emilia Navas Aparicio, quien catalogó el aumento como “exacerbado”.
Por ello, recordó, en abril pasado propuso a la Corte Plena la creación de la nueva Fiscalía Adjunta de Atención de Hechos de Violencia en perjuicio de Niñas, Niños y Adolescentes (Fanna). En mayo entró en funcionamiento y solo tramitan los delitos ordinarios y no así los sexuales, los cuales son conocidos por la Fiscalía Adjunta de Género.
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Casi seis meses después de que la Fanna comenzara a operar, su fiscala adjunta, Rocío de la O, aseguró que esto ha permitido que terceros se sientan más confiados y se acerquen a denunciar supuestos maltratos infantiles y, con ello, salvar vidas.
Causas de aumento
SI bien el maltrato aumentó todos los años varios cientos de casos, fue entre el 2019 y lo que llevamos del 2020 cuando la situación tuvo un importante incremento.
¿A qué responde esto? Rocío de la O lo explicó: "La creación de la Fanna fue bien recibida y aceptada. Aunque aún seguimos en un proceso de diagnóstico activo, sí trabajamos con el tema de denuncias (...) Si bien la Fiscalía fue creada para disminuir la incidencia, el comportamiento que se verá es que aumentarán los números por confianza de la ciudadanía.
“Tenemos un fuerte enlace con el PANI (Patronato Nacional de la Infancia) y sabemos que seguirán aumentando los números”, señaló la fiscala.
Además, este despacho llegó en un buen momento, ya que, debido a la pandemia por el nuevo coronavirus, Costa Rica se sometió a un confinamiento y el estrés y todo lo que implica el encierro suele disparar el maltrato infantil.
Esa situación se agrava porque los niños y adolescentes no asisten a los centros educativos, por lo que las agresiones podrían no ser descubiertas.
Sobre esto, De la O aseguró que, si bien se corre ese riesgo, también es necesario recalcar que la Fiscalía tiene enlace con muchas instituciones que tienen estrecha relación con población en riesgo y eso ha permitido conocer de casos de maltrato infantil.
“Muchas de las denuncias ingresan por el MEP (Ministerio de Educación Pública) porque los niños y muchachos revelan lo que ocurre al orientador o a su maestra de confianza. Ahora que todos están confinados es complicado, pero existen estos enlaces con gente que conoce bien el trabajo de la Fiscalía y por ello se atreven a denunciar”, apuntó.
Unidos por mismo objetivo: frenar las agresiones
Además de la creación de la Fanna, la Fiscalía también buscó involucrarse en la prevención, pese a que su labor es más represiva.
Por ello, este miércoles lanzó una campaña, llamada Yo denuncio, que busca hacer consciencia y así “fomentar en la población la valiente decisión de denunciar”, acotó Emilia Navas.
Como parte de este trabajo, realizado entre la Fiscalía General, la Fanna y la oficina de prensa de la institución, varios presentadores de televisión, periodistas y médicos motivan a la ciudadanía a no callar si se conoce de algún caso de violencia infantil.
Asimismo, recuerdan que quien conoce de alguna situación de maltrato y no lo denuncia, incurre en un delito y puede ser perseguido penalmente por ello.
De la O explicó que esto aplica principalmente para los funcionarios públicos, como trabajadores de la salud o docentes. Dijo que, en caso de callar alguna situación anómala, la Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción los puede procesar.
Las denuncias se pueden presentar, entre otras alternativas, en la línea confidencial del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), 800-8000-645, en el 9-1-1 o al 2295-3000, del Poder Judicial.