El 31 de enero de 1971, un hombre que manejaba un pequeño auto europeo muy popular, el cual era de color crema con el techo color negro, fue objeto de intensa búsqueda por parte de las autoridades de investigación.
La Policía tenía varias denuncias de secuestro y tentativa de violación, que el solitario chofer había cometido en perjuicio de varias mujeres jóvenes.
El presunto abusador seguía a las víctimas por la calle y, en cuanto se daba cuenta de que nadie lo seguía, arrimaba el auto a la acera y las introducía por la fuerza en la máquina.
Luego escapaba a toda velocidad a través de las más inverosímiles callejuelas en los barrios bajos de la capital.
Cuando creía que despistaba a alguien que pudiera seguirlo, enfilaba hacia poblaciones alejadas de la ciudad.
En lugares solitarios hacía descender a sus víctimas, las introducía en matorrales e intentaba atacarlas.
Una de las denunciantes, de 15 años de edad, dijo que el atraco en su perjuicio con secuestro y tentativa de agresión, ocurrió a las 7:20 p. m. Venía de Tres Ríos y se dirigía a Hatillo.
Ella caminaba por el Paseo de los Estudiantes cuando la secuestró el delincuente. Dice que la condujo a varios lugares desconocidos.
Buscó un teléfono para que la joven llamara a la casa indicando que llegaría tarde. La mantuvo bajo amenaza de muerte mientras hablaba con sus familiares.
Luego la condujo a Tibás y, en un predio desolado, intentó atacarla, pero ella escapó.
Sus ropas se destrozaron. Salió a la carretera y los hombres que viajaban en una camioneta roja la auxiliaron.
El atacante dijo a esos sujetos que ella intentaba matarse y que él “la salvó”. Esa misma historia se la dijo a la víctima varias veces.
Dicho ciudadano, según la ofendida, al parecer era un maniático que insistía en que tenía “que evitar que las mujeres enloquecidas trataran de suicidarse”.
Los desconocidos de la camioneta roja que auxiliaron a la joven cerca de Tibás, tenían el número de placa del pequeño vehículo que manejaba el aparente psicópata.
También afirmaron que podían describirlo, pero las autoridades no pudieron dar con esos importantes testigos.
En otras noticias:
Encarcelado autor de una estafa de ¢10.000
El autor de una estafa calculada en más de ¢10.000, fue capturado por agentes de la Dirección General de la Guardia Rural, mediante la investigación que efectuó el mayor Benito Zeledón y los agentes teniente Valverde y el sargento Madrigal.
La denuncia fue hecha por el representante de un conocido almacén de la capital. Dijo que los dueños dieron a un hombre quien al parecer era de confianza, una cantidad de relojes para que la vendiese.
Se hizo una factura de “mercancía en consignación” la cual definía como condición obligatoria la entrega del dinero o la mercancía en un término fijado previamente, el cual en este caso venció.
Las autoridades encontraron el lote de relojes en tres compraventas de San José.
Daniel Oduber elogió a Puerto Rico
El parlamentario Daniel Oduber, presidente del Congreso de Costa Rica, habló de la necesidad de la integración económica de la cuenca del Caribe ante la legislatura de Puerto Rico.
Afirmó asimismo que esta isla ha sido para los países hemisféricos, así como para los estudiosos y políticos, un laboratorio de más importancia de la que se reconoce.
“Los puertorriqueños han demostrado que lo importante en la historia de los pueblos y de su desarrollo, no lo es tanto la teoría ni las doctrinas y dogmas políticos, sino el beneficio del pueblo y la solución de sus problemas”, señaló Oduber.