La Fiscalía devolvió hace tres semanas, aproximadamente, una pistola, nueve milímetros, al taxista pirata, de apellido Solís, sospechoso de matar, el 24 de junio, al joven Alejandro Chacón porque este le sonó el pito del carro en San Pedro de Montes de Oca.
El arma fue decomisada luego de que Solís, de 22 años, tuvo una gresca con Max Apú, jefe de la Fuerza Pública de Coronado.
Apú relató que, hace unos 22 días, acompañado por otros oficiales, se topó a Solís frente a la parada de buses de Coronado y que, tras un intercambio de palabras, el sospechoso lo insultó.
Añadió que, después de un forcejeo, que incluyó golpes, lo detuvieron y le encontraron la pistola. “Las amenazas, soy sincero, no fueron con el arma, pero, cuando estaba en la delegación (policial), dijo que me iba a matar”, agregó Apú.
La oficina de prensa del Ministerio Público confirmó que al sospechoso se le abrió una investigación por estos hechos, pero se le devolvió el arma porque la portaba legalmente y no se comprobó que la usara para amenazar al policía.
Solís fue detenido el miércoles en Coronado, esta vez como sospechoso del crimen de Chacón. Ese día, también le decomisaron un arma, calibre nueve milímetros.
El OIJ investiga si utilizó esa pistola en el homicidio de Chacón. La Fiscalía pidió ayer un año de prisión preventiva contra Solís.